Por Zoran Milosavljevic
BERLÍN (Reuters) - El entrenador más exitoso de la Euroliga, Zeljko Obradovic, tendrá la posibilidad de añadir un noveno trofeo a su colección cuando el próximo fin de semana su equipo turco Fenerbahçe Ulker juegue la Final Four de la competición de clubes de baloncesto más importante.
El serbio de 56 años ganó cinco de sus ocho títulos con el equipo griego Panathinaikos y uno con el Real Madrid, el Joventud de Badalona y el Partizan de Belgrado.
El Fenerbahçe es favorito para ganar la Euroliga, algo que ningún otro club turco ha hecho. Después de varios años de fuerte inversión, el club cuenta con un elenco de nombres europeos y varios exjugadores de la NBA.
Los turcos se enfrentarán al equipo español Laboral Kutxa de Vitoria para lograr un puesto en la final, después de que el seis veces campeón CSKA de Moscú ganara a sus conciudadanos del Lokomotiv Kuban de Krasnodar en la otra semifinal que se jugó el viernes en Berlín en el estadio Mercedes-Benz Arena.
La final, que se jugará el domingo, estará precedida por el partido en el que se decidirá el tercer puesto.
En declaraciones a www.euroleague.net, Obradovic se mostró confiado con su equipo, que ha resurgido este año en la competición europea, después de que el año pasado cayera eliminado en semifinales por el Real Madrid, que acabó coronándose campeón en 2015.
El equipo turco contará con jugadores que no han jugado nunca en la Final Four, como el base Bobby Dixon y el alero italiano Luigi Datome.
"Veo que mi equipo está muy motivado y decidido a llegar a la final. No será fácil pero si mostramos el mismo espíritu que tuvimos en la victoria de cuartos de final contra el Real Madrid voy a ser muy feliz, sin importar el resultado", dijo el entrenador.
El Fenerbahçe obtuvo una dulce venganza contra el Real Madrid tras su derrota en 2015, al haber conseguido un marcador de 3-0 en la eliminatoria al mejor de cinco partidos para entrar en la Final Four de este año.
Ante ellos, estará el Laboral Kutxa, una de las sorpresas de la temporada, que barrió al Panathinaikos en la eliminatoria con un 3-0 en los cuartos de final gracias a su tiro letal de tres puntos.