GINEBRA, 8 jun (Reuters) - La Organización Mundial de la Salud ha comenzado a enviar suministros de emergencia a las zonas de Ucrania afectadas por las inundaciones y se está preparando para responder a una serie de riesgos como traumatismos y enfermedades transmitidas por el agua contaminada como el cólera.
Rusia y Ucrania han intercambiado acusaciones por la rotura de la presa hidroeléctrica de la era soviética de Kajovka, que lanzó aguas a través de la zona de guerra del sur de Ucrania en las primeras horas del martes, obligando a decenas de miles de personas a huir de sus hogares.
"No se puede subestimar el impacto en los sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento y en los servicios de salud pública de la región", declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa.
"La OMS se ha apresurado a apoyar a las autoridades y al personal sanitario en las medidas preventivas contra las enfermedades transmitidas por el agua y a mejorar la vigilancia de las enfermedades", agregó.
Al ser consultada específicamente por el cólera, la responsable técnica de la OMS Teresa Zakaria dijo que el riesgo de un brote está presente, ya que el patógeno existe en el medio ambiente. Sostuvo que la entidad está trabajando con el Ministerio de Sanidad de Ucrania para poner en marcha mecanismos que garanticen la importación de vacunas en caso necesario.
"Estamos tratando de abordar una amplia gama de riesgos para la salud asociados a las inundaciones, desde los traumatismos por ahogamiento hasta las enfermedades transmitidas por el agua, pasando por las posibles consecuencias de la interrupción de los tratamientos crónicos", añadió.
La enorme presa de Kajovka, en el río Dnipro, separa las fuerzas rusas de las ucranianas, y la población se ha visto afectada a ambos lados de sus orillas.
El director de Emergencias de la OMS, Mike Ryan, dijo que la entidad ha ofrecido asistencia a las zonas controladas por Rusia, pero que su presencia operativa se encontraba "principalmente" en el lado ucraniano.
Agregó que las autoridades rusas les habían dado garantías de que las personas que viven en las zonas que ocupa estaban siendo "bien vigiladas, bien atendidas y bien alimentadas".
"Estaremos encantados de poder acceder a esas zonas y controlar la salud, como nos gustaría hacer en la mayoría de las situaciones", dijo, añadiendo que correspondería a las autoridades ucranianas y rusas acordar la forma de conseguirlo.
(Reporte de Emma Farge y Leroy Leo. Editado en español por Javier Leira)