GINEBRA - El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Peter Maurer, hicieron el sábado una "advertencia conjunta sin precedentes" a los estados para que pongan fin a diversos conflictos, respeten el derecho internacional y ayuden a los refugiados.
"Frente a la flagrante inhumanidad, el mundo ha respondido con una parálisis que perturba", dijeron en un comunicado. "Eso viola la propia razón de ser de Naciones Unidas".
Las organizaciones llamaron a los estados a contener a los grupos armados, hacerlos rendir cuentas de sus abusos e impedir el uso de armamento pesado en zonas pobladas.
Naciones Unidas se enfrenta un número sin precedentes de conflictos y crisis, que se refleja en 60 millones de personas sin hogar, una demanda récord de ayuda humanitaria y pocos indicios de que las negociaciones de paz vayan a poner fin en el corto plazo a las guerras en Libia, Siria o Yemen.
El derecho internacional se está violando a escala global y la comunidad de todo el mundo no está procesando a los infractores, dijo Ban durante la conferencia de prensa.
"Esas violaciones se han vuelto tan comunes que existe el riesgo de pensar que los ataques deliberados con bombas a civiles y trabajadores humanitarios en escuelas, hospitales y lugares de culto son un resultado inevitable del conflicto", afirmó. "Hasta la guerra tiene sus reglas. Es tiempo de aplicarlas", afirmó Ban.
Por su parte, Maurer dijo que el mundo había entrado en una nueva era en la que los combatientes ignoraban las reglas más elementales de comportamiento, como se ha demostrado en conflictos en Afganistán, Irak, Nigeria, Sudán del Sur, Siria, Yemen y otros países.
"Cada día sabemos de civiles que son asesinados y heridos en violación de las normas básicas del derecho humanitario internacional (...) Ningún país debe permanecer indiferente", sostuvo.