Por Marc Frank
LA HABANA (Reuters) - Organizaciones estadounidenses que han trabajado estrechamente con el gobierno saliente de Barack Obama para mejorar los nexos con Cuba divulgaron el martes una carta de cuatro páginas, dirigida al presidente electo Donald Trump, pidiéndole no actuar precipitadamente en su futura política hacia la isla caribeña.
"The Cuban Study Group", una organización de líderes empresariales cubano-estadounidenses, y la coalición basada en Washington "Engage Cuba" redactaron un "memorando" que advierte sobre los riesgos de revertir el proceso de normalización de las relaciones de ambos países.
"Podría tener consecuencias perniciosas para los intereses económicos y de política exterior de Estados Unidos y las perspectivas para el desarrollo de los cambios en Cuba", argumentaron conjuntamente con otras organizaciones.
El grupo de transición de Trump incluye a cinco cubano-estadounidenses que se oponen a la distensión y mantienen estrechos vínculos con legisladores que están pidiendo un retorno a los esfuerzos pre-Obama para aislar a Cuba.
Otros que han sido nombrados por Trump para formar parte de su gobierno han expresado hostilidad hacia los esfuerzos de dos años del Gobierno de Obama para normalizar las relaciones.
"Estamos seguros de que una evaluación cercana confirmará que el compromiso constructivo -incluyendo la reducción de los obstáculos para los viajes y el comercio- es la mejor estrategia para apoyar al pueblo cubano e impulsar los empleos y las exportaciones de Estados Unidos", sostienen los firmantes entre quienes están el Consejo Empresarial EEUU-Cuba, el Consejo Nacional de Comercio Exterior, la Sociedad Americana de Agencias de Viajes y la Asociación de Educadores Internacionales.
La política de acercamiento ha mejorado los derechos humanos en la isla de gobierno comunista, ha acelerado la expansión del acceso a internet, condujo al diálogo sobre temas delicados como seguridad nacional y la creación de empleos, entre otros aspectos positivos, agregaron.
El informe sigue a uno similar divulgado la semana pasada por decenas de organizaciones agrícolas estadounidenses que argumentan que Cuba es un mercado importante para sus productos.
El republicano Trump, quien asumirá el viernes, ha amenazado con poner fin a una frágil distensión en las relaciones entre ambos países a no ser que Cuba haga más concesiones, aunque no ha proporcionado ninguna información específica.
El presidente electo nombró a Jason Greenblatt, un ejecutivo de la Organización Trump y jefe del consejo legal, como negociador para temas internacionales sensibles, incluyendo a Cuba.
El proceso de normalización de los nexos entre los antiguos enemigos de la Guerra Fría ha incluido el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la firma de 18 acuerdos de cooperación, así como la flexibilización en varios aspectos del embargo mediante órdenes ejecutivas.
El embargo comercial de más de medio siglo, en cambio, sólo puede ser levantado por el Congreso, controlado por los republicanos.