Por Alexandra Ulmer
CARACAS (Reuters) - "Chavistas" vestidos de rojo marcharon el sábado por Caracas para protestar por el asesinato de un joven legislador del partido en el poder, mientras que una manifestación de la oposición al otro lado de la capital no consiguió la participación deseada.
El Gobierno dice que el apuñalamiento de Robert Serra de 27 años en su casa este mes es parte de un complot de la oposición para hacer fracasar el proyecto socialista de la nación petrolera, creado por el fallecido presidente Hugo Chávez.
"¿Ustedes saben por qué asesinaron a Robert Serra? ¡Para callarnos! La derecha fascista le teme a la juventud rebelde, a la juventud revolucionaria", dijo el presidente Nicolás Maduro en una concentración, frente a un podio con el eslógan "contra el terrorismo" de fondo.
Se han realizado varios arrestos en conexión con el caso de Serra, entre ellos el de uno de sus guardaespaldas. Maduro también ha culpado a paramilitares colombianos, pero algunos medios dicen que el asesinato parece un ajuste de cuentas interno.
Los líderes opositores venezolanos niegan estar involucrados.
Detractores dicen que Maduro, cuya popularidad ha decaído, está buscando capitalizar el asesinato para distraer a la población de los problemas que enfrentan, como la escasez de productos básicos, los elevados índices de criminalidad y la inflación anualizada que llega al 60 por ciento.
"Estoy acá porque estoy en contra de los hechos facistas que ha hecho la derecha venezolana (...) Que la muerte de nuestro mártir Robert Serra no quede impune", dijo Rosario Carabello, una empleada de 37 años de una fundación de becas del Gobierno.
A unos pocos kilómetros de distancia, en el oriente de Caracas, la alianza opositora de Mesa de la Unidad Democrática (MUD) realizó su primera protesta tras un periodo de meses de manifestaciones que terminó en mayo.
"Lo que ha hecho Maduro es incentivar el odio", dijo Manuel Castro, un asistente de administración de 35 años del Gobierno opositor en el estado de Miranda.
Castro explicó que no podía encontrar pañales para su hijo, que ha sido asaltado varias veces y que tiene problemas para llegar a fines de mes con su salario debido a la inflación.
Sin embargo, la convocatoria de la oposición sólo atrajo a unos cuantos cientos de personas, una cifra muy lejana a los miles de partidarios del Gobierno que marcharon el sábado, muchos de ellos trasladados en buses del Estado.
Muchos opositores de línea dura están cansados o desmoralizados, mientras que otros más moderados sienten que las protestas son un fastidio y que alientan acusaciones de golpismo.
La MUD está buscando reagrupar a los opositores e incrementar el apoyo tras los meses de protestas, que terminaron con 43 personas muertas, de ambos bandos.
La coalición opositora nombró a Jesús Torrealba, un popular periodista y activista, para unir a los grupos opositores y buscar un triunfo en las elecciones parlamentarias del 2015.
"Hoy el pueblo está dando una muestra de que podemos unirnos nuevamente y luchar para rescatar la democracia", dijo Torrealba en la manifestación.