Por Blanca Rodríguez
MADRID (Reuters) - Casi tres años después de su nacimiento como un partido que supo encauzar la indignación de la ciudadanía española contra los recortes y las políticas de austeridad, Podemos inició el sábado la preparación del que será su segundo congreso estatal con su cúpula dividida sobre el rumbo político a seguir.
En un prólogo de la asamblea del partido prevista para el próximo febrero en la madrileña plaza de toros de Vistalegre, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y su número dos, Íñigo Errejón, intentaron sin embargo minimizar las diferencias con las que afrontan la nueva fase de la formación pactando la composición del equipo que preparará ese congreso.
Los dos antiguos profesores universitarios han ido alejando sus posiciones en el corto tiempo transcurrido desde la presentación de Podemos en enero de 2014, liderando dos corrientes principales dentro del partido, a las que se suma la de los anticapitalistas.
La formación, heredera de las protestas populares del 15 de mayo de 2011, ha ido ocupando estos años parcelas de poder municipal y autonómico a costa sobre todo de los socialistas y ha emergido como la tercera fuerza en el Congreso de los Diputados, contribuyendo a diluir el bipartidismo que había imperado en España tras el fin del franquismo.
"RADICALIDAD" VS "TRANSVERSALIDAD"
Este "asalto al poder" ha sacado a relucir sin embargo diferencias de planteamientos políticos en la formación antiausteridad, asociándose la estrategia de los "pablistas" con la opción de la "radicalidad" y la de los "errejonistas" con la de la búsqueda de la "transversalidad".
El enfoque de Iglesias se vincula con un intento de viraje a la izquierda del partido, mientras que el de Errejón pasaría por tratar de atraer a sectores sociales diferentes para ensanchar el electorado.
Iglesias, secretario general de Podemos, hizo el sábado un ejercicio de autocrítica pero advirtió en contra de que se perpetúen las corrientes o familias del partido después del nuevo congreso de Vistalegre, haciendo un llamamiento a la unidad.
"Necesitamos un Podemos en el que todas las ideas quepan, con capacidad de debate permanente, pero creo que cometeríamos uno de los vicios tradicionales de los viejos partidos si convertimos nuestra organización en un campo de batalla de diferentes partidos que compiten dentro", declaró.
Iglesias reconoció además que la dirección de Podemos se equivocó al excluir a las minorías tras el primer congreso de Vistalegre.
Antes del inicio del encuentro, Errejón, que además de secretario político es el portavoz de Podemos en el Congreso de los Diputados, anticipó una asamblea "intensa" y abogó por defender un partido más abierto, integrador y proporcional.
"Esta segunda asamblea ciudadana (...) es casi un momento constituyente de una fuerza política que tiene que madurar y ser capaz de construir mecanismos de mayor democracia y proporcionalidad hacia dentro y de mayor capacidad de integración de (más) sectores sociales de la población", declaró.
Un referéndum entre las bases decidirá desde este domingo hasta el martes las reglas de juego del congreso estatal, entre otras cosas la crucial forma de votación, donde se deberá elegir entre votar los documentos político y las listas de candidatos de forma conjunta o por separado.