Por Paul Taylor
PARÍS (Reuters) - Líderes populistas de toda Europa se apresuraron en pedir el sábado que acabase el flujo de refugiados e inmigrantes de Oriente Próximo y África después de una oleada de atentados mortales en París reivindicados por el Estado Islámico.
La masacre en la capital gala, directamente vinculado a los conflictos en Siria e Irak, se disponía a complicar aún más la tarea de la Unión Europea de repartir a cientos de miles de inmigrantes que han entrado este año en el bloque, huyendo de la guerra y la pobreza.
El futuro ministro para Europa de Polonia dijo que Varsovia no podía acoger refugiados siguiendo el sistema de cuotas de la UE después de la oleada de ataques del viernes contra restaurantes, una sala de conciertos y un estadio de fútbol en París, en los que 127 personas murieron y unas 200 resultaron heridas.
El grupo miliciano Estado Islámico, con sede en Siria e Irak, reivindicó los atentados, diciendo que era un castigo a la implicación de Francia en ambos conflictos y por su actitud frente al Islam.
El presidente francés, François Hollande, dijo que el grupo, también conocido como ISIS o por el acrónimo árabe Daesh, había organizado los ataques desde el extranjero con ayuda interna. Dijo que Francia estaba en guerra con el Daesh.
En declaraciones en el portal de derechas wPolityce.pl, Konrad Szymanski dijo que el próximo gobierno polaco no estaba de acuerdo con el compromiso del Ejecutivo en funciones de aceptar la cuota que le corresponde en la UE de reubicación de inmigrantes.
"A la vista de los trágicos acontecimientos en París, no vemos las posibilidades políticas de aplicarlo", dijo.
Szymanski asumirá el cargo el lunes en un gobierno del partido conservador y euroescéptico Ley y Justicia, que ganó las elecciones generales el mes pasado.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, nacionalista de centroizquierda que también se ha opuesto a las cuotas de refugiados, planteó la posibilidad de que milicianos del Estado Islámico se pudieran haber infiltrado en la oleada de inmigrantes que llegan a Europa.
"Estamos trabajando con dos versiones del ataque: radicalización de musulmanes que viven en Francia y venganza por la implicación de Francia en los ataques aéreos contra ISIS, o infiltración de ISIS en la actuales corrientes migratorias" dijo a periodistas tras presidir una reunión del consejo nacional de emergencia.
Es uno de los líderes de gobiernos de Europa central, que incluye al líder nacionalista húngaro Viktor Orban, que acusan a la canciller alemana, Angela Merkel, de haber desatado una estampida de inmigrantes al abrir las puertas de Alemania a refugiados sirios.
En Francia, la líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, demandó que París recuperara el control de sus fronteras nacionales de forma permanente y "aniquilara el fundamentalismo islamista".
En otros puntos de Europa occidental, algunos políticos de ultraderecha aprovecharon los atentados para afilar sus argumentos de poner fin a la migración, aunque otros fueron más cautos, expresando conmoción y condolencias.