Por Cecile Mantovani
DOUSSARD, Francia, 23 sep (Reuters) - Nathalie Maniglier padece una enfermedad ocular degenerativa y tenía un deseo especial: antes de perder la visión, quería disfrutar de lo que ve un pájaro al volar con su bandada.
Su deseo se cumplió el miércoles, cuando el piloto Dominique Cruciani la llevó en su ultraligero sobre los Alpes franceses, acompañada por una bandada de gansos jóvenes entrenados para seguir al avión por los cielos.
De vuelta en tierra, en el aeródromo de la orilla sur del lago de Annecy, Maniglier se sintió tan conmovida por lo que había visto que abrazó al familiar que la acompañaba y sollozó sobre su hombro.
"Fue mágico. Verlos volar en formación fue realmente genial. Hay mucha emoción", dijo Maniglier a Reuters tras su vuelo de 30 minutos.
"Tengo una enfermedad congénita. Sólo puedo ver con un ojo. Estoy aprovechando al máximo mientras puedo ver", dijo Maniglier. "Creo que todo el mundo debería, al menos una vez en su vida, hacer un vuelo con aves".
Cruciani voló por primera vez junto a las aves cuando fue contratado como piloto en un documental sobre la migración aviar. El año pasado decidió convertir esa experiencia en una apuesta comercial, que también acerca a la gente a la naturaleza.
Su empresa, Delta Evasion, cobra a los clientes 450 euros (526 dólares) por un vuelo en el asiento del pasajero de su ultraligero.
(1 dólar estadounidense = 0,8556 euros)
(Escrito por Christian Lowe; editado en español por Benjamín Mejías Valencia7Gabriela Donoso)