MADRID (Reuters) - El Partido Socialista Obrero Español y el Partido de los Socialistas de Cataluña revisarán en los próximos meses su histórica relación, dañada a raíz de que el PSC desobedeciera a la dirección nacional en la votación de investidura del conservador Mariano Rajoy.
Los dirigentes de ambas formaciones pactaron el lunes la creación de una comisión que en dos meses estudie si continuar con una alianza de 38 años a la que también ha pasado factura la posición del PSC respecto a los deseos soberanistas en Cataluña.
"Hay una voluntad firme de los dos partidos de mantener una relación lo más fecunda y fraterna posible, y de resolver los problemas", dijo el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, en rueda de prensa en Madrid.
La crisis, desencadenada después de que los siete diputados del PSC desobedecieran al comité federal y no se abstuvieran en la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno, se agudizó cuando la formación catalana aprobó días después una ponencia que define a España como "nación de naciones".
"No hay un definición exacta de lo que se considera nación, pero en términos jurídico-políticos o jurídico-constitucionales, la nación política es una", dijo el presidente de la gestora que está actualmente al frente del PSOE, Javier Fernández.
En este asunto, Iceta ha defendido la declaración de Granada, en la que el PSOE se decantó por reformar la Constitución para dar cabida a las distintas sensibilidades territoriales del país.
Además de los problemas territoriales, la comisión abordará asuntos orgánicos, incluyendo la presencia de miembros del PSC en el comité federal del PSOE y la posibilidad de que sus militantes puedan votar en temas nacionales como la elección del líder del PSOE.
Iceta, defensor del ex secretario general Pedro Sánchez y de su férrea oposición a propiciar un gobierno de Rajoy, dijo que la lealtad que había mostrado a Sánchez la tendría con la andaluza Susana Díaz en el caso de que ella resultara elegida líder socialista en un próximo congreso del PSOE aún sin fecha.