MADRID (Reuters) - El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, confía en un acuerdo en las negociaciones recién iniciadas con los sindicatos sobre la remuneración de los funcionarios, así como sobre la devolución de la paga extraordinaria que se les retiró en 2012 como parte de los ajustes de consolidación fiscal.
Rajoy reiteró que espera que continúe, en función de la recaudación fiscal, la devolución de la paga extraordinaria, de la que los funcionarios ya han recuperado un 25 por ciento, e instó a los sindicatos a alcanzar un acuerdo en materia salarial.
"Una de las cosas que se van a tratar (...) será la remuneración (de los funcionarios) del año que viene, pero yo no me debo posicionar porque lógicamente va a haber un acuerdo, esperemos que haya un acuerdo, y queremos contar con la participación de las organizaciones sindicales", dijo en una rueda de prensa con la primera ministra polaca Ewa Kopacz.
En un ambiente de precampaña ante las elecciones generales previstas para final de año y tras el reciente varapalo de las municipales y regionales, el Gobierno ha puesto en marcha rebajas fiscales y ha lanzado guiños a los funcionarios, uno de los colectivos más castigados por los recortes de gasto público durante la crisis.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que ya había dicho este mismo mes que la intención del Ejecutivo es elevar el sueldo de los empleados públicos tras cinco años de congelación, señaló el jueves en el Senado que se dan las condiciones para una mejora en la remuneraciones.
"El gasto público consolidado ha iniciado una senda de descenso sostenible en el medio plazo (...) lo que nos permite estar ya negociando (...) con los sindicatos de la función pública escenarios de creciente retribución de los funcionarios públicos para el ejercicio próximo y el siguiente", dijo Montoro.
En una nota sobre el inicio de las negociaciones remitida el jueves, Hacienda dijo que el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, "se ha mostrado dispuesto a negociar el calendario de devolución de la paga extra, y de los días de libre disposición suprimidos en 2012", entre otros temas.
El Ejecutivo de Rajoy, que ha ido perdiendo apoyos durante una dura crisis en la que tuvo que subir impuestos en contra de su programa y aprobar medidas impopulares nada más llegar al poder en 2011, ha indicado que quiere terminar la legislatura "devolviendo a los ciudadanos los esfuerzos realizados", en palabras del jefe del Gobierno.