El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, abrió el miércoles la puerta a cambios en la formación conservadora a raíz de un revés electoral que ha llevado al anuncio de marcha de varios barones regionales y ha puesto presión sobre el jefe del Ejecutivo.
Tras defender sus políticas y recordar que su partido tuvo seis millones de votos en los comicios autonómicos y municipales del domingo, Rajoy modificó ligeramente el mensaje que dio a su Ejecutiva el lunes, cuando descartó cambios en el PP y en el Gobierno.
"Iremos poco a poco tomando las decisiones que creamos más oportunas y convenientes para presentarnos a las elecciones y pedir a los españoles su confianza", dijo Rajoy en los pasillos del Congreso de los Diputados.
Aunque no especificó qué modificaciones pretendía llevar a cabo de cara a las elecciones generales previstas para este año, Rajoy se mostró más flexible respecto a cambios tras perder casi 2,4 millones de votos a nivel municipal.
"Los cambios, sean en el partido, sean en el Gobierno, se anuncian una vez que se han producido, como es perfectamente entendible", añadió el presidente del Gobierno a periodistas.
Rajoy, que ha dicho que quiere seguir siendo candidato de su partido a las generales, ha alterado su discurso después de que la víspera Alberto Fabra, Luisa Fernanda Rudi y José Ramón Bauzá descartaran optar a ser reelegidos dirigentes regionales del PP en Valencia, Aragón y Baleares, respectivamente.
Tras perder todas las mayorías absolutas que tenía a nivel regional, varios barones territoriales del PP pidieron un cambio de estrategia para recuperar la confianza de los españoles, aunque se mostraron más cautos respecto a Rajoy.
Sólo uno de ellos, el presidente en funciones de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, pidió el martes a Rajoy que reflexionara sobre la conveniencia de ser candidato a La Moncloa, a la que el dirigente del PP llegó hace cuatro años con mayoría absoluta.