Por Sylvia Westall y Jason Bush
BEIRUT/MOSCÚ (Reuters) - Rusia dijo el sábado que intensificó su campaña de bombardeos contra militantes de Estado Islámico en Siria, mientras observadores locales dijeron que varios de los ataques aéreos habían impactado áreas en el oeste del país donde el grupo de línea dura tiene poca presencia.
Rusia, un fuerte aliado del presidente Bashar al-Assad, comenzó los bombardeos en Siria el 30 de septiembre, diciendo que estaban dirigidos contra Estado Islámico y otros grupos opositores, una campaña que ha involucrado a Moscú más profundamente en el conflicto de más de cuatro años en Siria.
Rebeldes en el terreno y países occidentales han dicho que la campaña aérea de Moscú, que ha estado combinada con ataques terrestres de fuerzas progubernamentales, ha apuntado principalmente a grupos rebeldes no asociados con Estado Islámico, incluyendo a combatientes entrenados por Estados Unidos.
Funcionarios de Defensa de Estados Unidos y Rusia sostuvieron el sábado una videoconferencia de 90 minutos para discutir sobre operaciones de vuelo seguras en Siria, dijo el Pentágono, que está preocupado que campañas rivales de bombardeos puedan provocar enfrentamientos accidentales.
Al menos un avión de guerra estadounidense ya ha tenido que alterar su rumbo para evitar un encuentro cercano con aeronaves rusas, informó el Pentágono.
"Las discusiones fueron profesionales y se concentraron (...) en la implementación de procedimientos de seguridad específicos", dijo el Departamento de Defensa de Estados Unidos en un comunicado divulgado el sábado.
"Se lograron avances en las conversaciones y Estados Unidos acordó sostener otra discusión con Rusia en el futuro cercano", agregó.
Un representante del Ministerio de Defensa ruso dijo el sábado que Moscú había intensificado su campaña en las últimas 24 horas, con 64 misiones que impactaron 55 objetivos, reportaron agencias de noticias rusas.
El funcionario, el mayor general Igor Konashenkov, describió los blancos impactados como controlados por Estado Islámico, a quienes también se refirió como "militantes" y "terroristas".
Konashenkov dijo que entre los objetivos habían centros de comando y control, depósitos de armas y bases de entrenamiento, ubicados en las provincias de Raqqa, Hama, Damasco y Alepo.
La primera de esas provincias está en el este de Siria y es el principal bastión de Estado Islámico, mientras que las otras tres están ubicadas en el oeste del país, donde el grupo es más débil.
Sin embargo, militantes de Estado Islámico han estado avanzando sobre Alepo en los últimos días, capturando pueblos de manos de insurgentes rivales.
(Reporte adicional de Lisa Lambert en Washington. Editado en español por Lucila Sigal/Patricio Abusleme)