PEKÍN (Reuters) - Un grupo de defensa de los derechos de las minorías en el exilio criticó a la televisión estatal china el sábado por un reportaje que sugería que los uigures que habían sido devueltos a la fuerza al país asiático después de abandonarlo habían regresado a un "paraíso terrenal".
El reportaje llega en un momento en que el gigante oriental intenta impedir que los miembros de la etnia uigur abandonen el país. Cientos, quizá miles de la mayor minoría étnica musulmana han abandonado china en los últimos años, cruzando clandestinamente la frontera hacia el sudeste asiático antes de poner rumbo a Turquía.
El programa emitido el viernes en la televisión china mostraba a dos granjeros uigures en la región occidental de Xinjiang que volvían a una vida pacífica en China. Uno, dedicado al cultivo de frutales, aparecía cuidando su huerto y diciendo que sólo había abandonado el país porque estaba "confundido" y "con la cabeza hecha un lío".
"El extremismo religioso me afectó", dijo el granjero. "El gobierno aprueba mucho nuestras actividades religiosas legales".
La policía local descubrió que había sido coaccionado para escapar del país, según el reportaje.
Dilxat Raxit, un portavoz del grupo exiliado Congreso Mundial Uigur, calificó el programa de herramienta propagandística.
"(El gobierno está) usando la televisión para incitar al pueblo chino a enemistarse con los uigures porque sus propias políticas han dado como resultado una realidad en que la gente huye del país", dijo por correo electrónico.
No se pudo contactar de inmediato por teléfono con el gobierno de Xinjiang para recabar comentarios.
Los grupos de defensa de los derechos humanos aseguran que estos emigrantes escapan de la violencia étnica en Xinjiang y del control chino sobre su religión y cultura. Cientos de personas han muerto en diversos disturbios en Xinjiang en los tres últimos años, algo de que el gobierno de Pekín culpa a la insurgencia islamistas.
El ejecutivo chino asegura que muchos de los que huyen son extremistas que salen del país para unirse con otros militantes en Irak y Siria. También niega cualquier tipo de represión en Xinjiang.
China ha alegado que algunos de los 109 uigures deportados desde Tailandia suponen una amenaza para la seguridad nacional.