Por Alastair Macdonald y Foo Yun Chee
BRUSELAS (Reuters) - El nuevo primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, viajó el jueves a Bruselas con la intención de obtener más ayuda financiera de los líderes de la Unión Europea, tras el fracaso de los ministros de Finanzas del bloque para limar sus diferencias durante la noche.
El presidente de la cumbre, el conservador ex primer ministro polaco Donald Tusk, confesó que existe ansiedad sobre la situación de Grecia después que el Gobierno de izquierda recién elegido se negó a firmar cualquier extensión de un paquete de rescate profundamente impopular que expira en dos semanas.
"Oh, sí", dijo Tusk, con énfasis teatral cuando los periodistas le preguntaron si estaba preocupado por lo que Alemania y otros estados de la zona euro temen que podría ser una repetición del caos financiero vivido hace algunos años si Tsipras no acepta las condiciones del bloque.
El mismo Tsipras dijo a periodistas que debe alcanzarse un acuerdo que permita restaurar el dinamismo en Europa y renovó su promesa de mejorar las finanzas del Estado griego, mientras se alivia la carga sobre los más pobres.
"Es hora de retomar la agenda de crecimiento para volver a un camino de solidaridad social, necesario para las personas y para nuestro futuro común europeo", dijo Tsipras, comprometiéndose a aumentar los ingresos mediante la lucha contra la corrupción y la evasión fiscal.
"Ahora estamos en una encrucijada crítica para Europa. Debemos demostrar que Europa puede sortear sus diferencias y encontrar soluciones en consonancia con sus principios fundacionales", agregó.
Después de que el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, se desmarcó de un comunicado conjunto provisional con los otros 18 miembros de la zona euro en las primeras horas del jueves en Bruselas, los ministros de Finanzas que forman el Eurogrupo acordaron reunirse de nuevo el lunes para buscar un compromiso.
Si bien los líderes de la UE han dejado claro que quieren dejar el tema griego a sus ministros, parece probable que busquen algún tipo de respaldo político común para el acuerdo que quiere Tsipras.
El primer ministro finlandés, Alexander Stubb, un político de línea dura en cuanto a la necesidad de Grecia de seguir con los esfuerzos para reducir su enorme deuda y controlar el gasto del Estado, se hizo eco de las palabras de Tusk.
"El tiempo se está acabando. Necesitamos un acuerdo el lunes", dijo.
Un responsable griego en Bruselas reafirmó el jueves que Tsipras no aceptará ninguna extensión del rescate actual, que asegura que ha destruido la economía griega y necesita ser reemplazado por políticas que inyecten dinero en la sociedad para promover un crecimiento que pueda ayudar a Atenas a pagar su deuda.