Por Dasha Afanasieva y Mehmet Emin Caliskan
DIKILI, Turquía (Reuters) - La guardia costera turca detuvo a 63 palestinos y sirios que intentaron el sábado cruzar a una isla griega, en una muestra del incremento de las acciones de las fuerzas de seguridad para detener el flujo de inmigrantes ilegales y evitar que lleguen a la UE.
El próximo lunes entrará en vigor un controvertido acuerdo entre la UE y Turquía por el que se devolverán a Turquía a los solicitantes de asilo.
El grupo detenido el sábado estaba tratando de cruzar a la isla griega de Lesbos desde la ciudad turca de Dikili, en la costa del mar Egeo. A los hombres, mujeres y niños se les pudo ver sentados dentro de una carpa blanca, tapándose sus caras, junto a docenas de chalecos salvavidas naranjas apilados.
El desacuerdo sobre cómo hacer frente a cientos de miles de inmigrantes procedentes de Siria y otros lugares amenaza con dividir a los veintiocho estados miembos, convirtiendo el acuerdo con Turquía en esencial de cara a resolver la crisis.
El mes pasado, Turquía aceptó reacoger a todos los inmigrantes y refugiados que hubieran cruzado de manera ilegal a Grecia a partir del 20 de marzo a cambio de ayuda financiera, la exención de visados para los turcos que viajen a la UE y la reanudación de las conversaciones para la adhesión de Turquía a la UE.
Miles de inmigrantes todavía tratan de cruzar la peligrosa travesía marítima, aunque las llegadas han disminuido. En lo que va de semana, más de 1.900 personas llegaron a Grecia, a pesar de las malas condiciones meteorológicas, y se registraron un total de 5.622 desde el 20 de marzo.
Debido al silencio por parte de las autoridades turcas sobre sus planes de acción, existe incertidumbre por saber cuántos refugiados serán enviados de vuelta, qué procedimiento usarán y dónde serán alojados.