Por Ece Toksabay
ESTAMBUL (Reuters) - Treinta y cinco aficionados de fútbol turcos fueron a juicio el martes acusados de intentar un golpe de Estado durante las protestas masivas del año pasado, en un caso que la oposición y los grupos de derechos humanos dicen que es un abuso del sistema judicial por parte de un Gobierno empeñado en la venganza.
Los fiscales buscan penas de cadena perpetua para todos ellos, un grupo de seguidores del Besiktas de Estambul. Se les acusa de ayudar a organizar las protestas que estallaron en la plaza de Taksim de Estambul en mayo de 2013 y que se convirtieron en un gran desafío para el entonces primer ministro, Tayip Erdogan.
Erdogan, que ganó las elecciones presidenciales en agosto, se ha comprometido a dar caza a los "traidores" detrás de las protestas y un escándalo de corrupción que surgió seis meses después, y en ambos casos el mandatario les acusa de intentar derrocarle.
El juicio comenzó dos días después de que Turquía se expusiese a las críticas internacionales por la detención policial de figuras prominentes de los medios de comunicación en lo que Erdogan dijo que era una respuesta a las "operaciones sucias" de sus enemigos políticos.
La imputación acusa a los fanáticos de fútbol de tratar de ocupar la oficina de Erdogan en Estambul, cerca del estadio del Besiktas, "para crear la apariencia de que había surgido debilidad en la autoridad del país", y de atraer medios internacionales a las zonas de protesta.
"Trataron de crear una imagen que evoca los cambios de Gobierno en algunos países de Oriente Próximo conocidos como la 'Primavera Árabe' y pretendía derrocar el Gobierno establecido legalmente en la República turca usando métodos ilegales", dice la imputación.
Los aficionados 'Carsi' tuvieron un importante papel en las protestas, que atrajo una multitud de cientos de miles alrededor de Turquía. Un cántico anti-policía resonaba habitualmente en los partidos y llegado un punto los miembros 'Carsi' se hicieron con una excavadora mecánica y la condujeron a las líneas policiales.
Los disturbios comenzaron cuando una pacífica protesta en contra de la demolición del Parque de Gezi, una esquina de Taksim, se extendió por todo el país tras una brutal represión policial. Los fiscales han lanzado ya una serie de casos judiciales contra los implicados.
"El maquillaje del Partido AK del Gobierno se ha corrido y la verdadera cara ha aparecido. El juicio 'Carsi' es la venganza por Gezi", dijo Umut Oran, un miembro del Parlamento de Estambul por el principal partido de la oposición CHP, cuyos miembros llevaron una copia de la acusación fuera del tribunal.