Por Pavel Polityuk y Natalia Zinets
KIEV, 4 ago (Reuters) - Ucrania dijo el jueves que se había visto obligada a ceder parte del territorio en el este del país ante la ofensiva rusa, mientras el jefe de la alianza militar de la OTAN dijo que no se debe permitir que Moscú gane la guerra.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó esta semana como un "infierno" la presión a la que están sometidas sus fuerzas armadas en la región oriental del Dombás. Habló de los feroces combates en torno a la ciudad de Avdiivka y el pueblo fortificado de Pisky, donde Kiev reconoció un "éxito parcial" de su enemigo ruso en los últimos días.
El ejército ucraniano dijo el jueves que las fuerzas rusas realizaron al menos dos asaltos a Pisky, pero que sus tropas habían logrado repelerlos.
Ucrania ha pasado los últimos ocho años fortificando posiciones defensivas en Pisky, considerada como una zona de amortiguación contra las fuerzas respaldadas por Rusia que controlan la ciudad de Donetsk a unos 10 kilómetros al sureste.
El general Oleksiy Gromov dijo en una conferencia de prensa que las fuerzas ucranianas reconquistaron dos aldeas en torno a la ciudad oriental de Sloviansk, pero que habían sido empujadas hacia las afueras de Avdiivka, tras verse obligadas a abandonar una mina de carbón considerada como una posición defensiva clave.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó su ofensiva. Dijo que sus fuerzas habían infligido grandes pérdidas a las fuerzas ucranianas en torno a Avdiivka y otras dos localidades de la provincia de Donetsk, obligando a las unidades de infantería mecanizada de Kiev a retirarse.
Reuters no pudo verificar inmediatamente las afirmaciones de ninguna de las partes.
Imágenes de video publicadas por el Ministerio de Defensa ruso mostraron a los lanzacohetes rusos en acción y a los tanques avanzando y disparando a gran velocidad por un terreno abierto. No estaba claro dónde fueron filmados.
Abastecida con armas sofisticadas por Occidente, Ucrania ha estado atacando también a las fuerzas respaldadas por Rusia en la zona. Funcionarios de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), respaldada por Rusia, dijeron el jueves que los bombardeos ucranianos habían matado al menos a cinco personas y herido a seis en la ciudad de Donetsk.
Las imágenes en las redes sociales mostraban cuerpos, algunos destrozados, junto a una carretera en el centro de Donetsk. La sangre manchaba el pavimento.
Pavlo Kyrylenko, gobernador ucraniano de Donetsk, dijo en Telegram que tres civiles perecieron por bombardeos rusos en Bakhmut, Maryinka y Shevchenko y cinco habían resultado heridos en las últimas 24 horas. En la ciudad de Toretsk, en Donetsk, ocho personas fallecieron y cuatro resultaron heridas por los bombardeos de la artillería rusa, agregó.
Ucrania dijo que la ofensiva rusa en el este parecía un intento de obligarla a desviar tropas del sur, donde Kiev está tratando de retomar territorio y destruir las líneas de suministro rusas como preludio de una contraofensiva más amplia.
"La idea es presionarnos militarmente en Járkov, Donetsk y Lugansk durante las próximas semanas (...) Lo que ocurre en el este no es lo que determinará el resultado de la guerra", dijo el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych en una entrevista en YouTube.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo el jueves que la guerra es el momento más peligroso para Europa desde la Segunda Guerra Mundial y que no se debe permitir que Rusia la gane.
Para evitar que Moscú tenga éxito, es posible que la OTAN y sus países miembros tengan que apoyar a Ucrania con armas y otro tipo de asistencia durante mucho tiempo, afirmó. "Nos interesa que este tipo de política agresiva no tenga éxito", dijo Stoltenberg en un discurso en su Noruega natal.
(Reporte de las oficinas de Reuters; escrito por Andrew Osborn; editado en español por Carlos Serrano)