Por Martyn Herman
GLASGOW, 8 ago (Reuters) - Cuando tenía ocho años, el español Ricardo Ten Argilés se electrocutó al tocar un cable de alta tensión y sufrió lesiones tan terribles que tuvieron que amputarle los dos brazos y una pierna.
El lunes, a la edad de 47 años, ganó su tercer título mundial de paraciclismo en pista, aniquilando al resto de participantes en la prueba de scratch C1, con una media de 44 km/h a lo largo de 60 circuitos en el velódromo Chris Hoy de Glasgow.
Pero eso es solo la mitad de su inspiradora historia.
Ten, natural de Valencia, está escribiendo el segundo capítulo de una extraordinaria historia de esfuerzo deportivo frente a la adversidad.
Antes de dedicarse al ciclismo, ya había sido tres veces medallista de oro paralímpico en natación, tras debutar en Atlanta en 1996, y posee tres títulos mundiales en para natación.
Ahora tiene la vista puesta en los Juegos Paralímpicos de París del año que viene, una hazaña que, según él, sería "una locura". ¿Qué le hizo cambiar de la natación al ciclismo?
"Siempre trato de mantener mi motivación muy alta y estuve compitiendo durante 21 años a un alto nivel en la natación paralímpica, cinco Juegos Paralímpicos, siempre me gustó mucho la competición", dijo a Reuters después de su victoria.
"En Río 2016 cambié al ciclismo porque era un objetivo de nuevo que mantenía mi motivación muy alta porque sigo progresando cada temporada. No como en la natación, donde cada año me estancaba y luchaba por mantener mis mejores marcas."
Ten, que tardó años en recuperarse de sus lesiones, utiliza una bicicleta especialmente diseñada desde que cambió hace siete años.
Tiene un manillar moldeado para adaptarse a sus muñones, mientras que su prótesis izquierda no tiene pie, sino que se engancha directamente al pedal. Verlo deslizarse rítmicamente por un velódromo es un estudio de la potencia de un pedaleo suave, que sería impresionante incluso para quienes han sido bendecidos con cuatro extremidades, en lugar de una.
El lunes recibió una gran ovación tras ganar, con tanto ruido como los vítores a los medallistas británicos. Y su mensaje a quienes se preguntan qué le ha impulsado a semejantes hazañas fue sencillo.
"Por muy difícil que pueda ser la vida, merece la pena intentar disfrutarla, aunque solo sea por unos momentos, intentar vivirlos intensamente", dijo.
Los Campeonatos del Mundo de la UCI de Glasgow son los primeros en los que paraciclistas y atletas sin discapacidad compiten en el mismo programa, y han demostrado ser un éxito de público, especialmente con los paraciclistas británicos, que han conseguido 15 oros hasta la fecha.
El último se produjo el lunes, cuando Neil Fachie y el piloto Matt Rotherham ganaron el sprint masculino B (discapacitados visuales), imponiéndose a la pareja alemana formada por Thomas Ulbricht y Robert Förstemann.
(Reporte de Martyn Herman; Edición de Christopher Cushing; Editado en español por Flora Gómez)