BEIRUT (Reuters) - Un grupo rebelde sirio ha dicho que la guerra no se ha detenido desde la entrada en vigor del acuerdo de cese de las hostilidades, acusando al gobierno de violaciones del mismo y diciendo que un alto el fuego no era posible mientras "milicias y estados matan" a su pueblo.
El grupo Jaish al-Islam es una de las mayores facciones rebeldes que luchan contra el gobierno del presidente Bashar el Asad en el oeste de Siria y es un influyente miembro del consejo de la oposición respaldado por Arabia Saudí, El Comité de Altas Negociaciones.
Un responsable de Naciones Unidas dijo el jueves que el cese de las hostilidades en vigor desde el sábado se mantenía, pero seguía siendo frágil, y que los incidentes se han producido en las provincias de Homs, Hama, Latakia y Damasco.
Jaish al-Islam dijo: "Nuestra confrontación con las bandas de Asad no parará, sea en Ghouta, Homs o Alepo, en lo que respecta a nosotros, la guerra no se parará ante estas violaciones".
Jaish al-Islam dijo que se enfrentaba a una difícil situación militar en las afueras de Damasco, donde las fuerzas del Gobierno han ganado terreno desde el cese de hostilidades.
"El régimen ha estado lanzando un fiero ataque en el área durante más de cuatro meses y estamos sorprendidos de que este ataque continúe tras la declaración de la tregua por parte de la comunidad internacional y de que las fuerzas de Asad tomen nuevas posiciones en la zona", dijo Jaish al-Islam en un comunicado.
El gobierno sirio, por su parte, ha acusado a los grupos rebeldes de violar el acuerdo.