MADRID (Reuters) - Un juez de Granada imputó el martes a 10 sacerdotes y dos laicos por presuntos abusos sexuales a un menor, en un caso que salió a la luz en noviembre después de que el papa Francisco ordenara una investigación.
El titular del juzgado de Instrucción número 4 de Granada, Antonio Moreno Marín, levantó el secreto del sumario y expuso en su auto que los hechos investigados "tienen una gran trascendencia y gravedad" al implicar además a representantes de confesión religiosa.
"Los indicados hechos son susceptibles de constituir infracciones penales por comisión de delitos contra la libertad e indemnidad sexuales, en sus formas de agresiones sexuales (...), abusos sexuales (...) (y) exhibicionismo", dijo el juez en el auto.
El magistrado también señaló que podrían aplicarse agravantes, según el caso, por autoría, participación necesaria, cooperación o encubrimiento.
El caso se destapó después de que un joven escribiera una carta al papa Francisco contándole cómo los sacerdotes habían abusado de él cuando era un monaguillo menor de edad. El pontífice le ofreció su apoyo y ordenó una investigación.
El denunciante, que actualmente tiene 24 años y es miembro supernumerario del Opus Dei, declaró haber sido víctima de los abusos desde 2004 hasta 2007 - entre los 14 y 17 años -, según el auto judicial.
El juez expuso que la presunta víctima narró que uno de los imputados, un párroco identificado como R.M. que lideraba un grupo de sacerdotes diocesanos, le invitaba a pasar mucho tiempo en una casa parroquial y en otra vivienda adquirida por la presunta trama en una urbanización granadina, donde habrían ocurrido los hechos más graves.
Allí, según la exposición que aparece en el auto, el párroco le animaba a dormir con él y fue sometido a varios abusos, diciéndole frases como "soy tu padre, tienes que dejarte llevar".
Hasta tres de los sacerdotes mantuvieron relaciones sexuales entre ellos, de acuerdo al auto, mientras que también alentaban al menor a visionar películas pornográficas.
El arzobispado de Granada anunció en noviembre que había retirado a los sacerdotes directamente acusados de los abusos después de poner en marcha una investigación preliminar, cuyas conclusiones dijo que había remitido al Vaticano.
El juez ha dado un plazo de 10 días a los imputados para que interpongan las alegaciones que consideren oportunas.
El papa Francisco ha prometido una política de tolerancia cero contra el abuso sexual a menores, tras los escándalos de la iglesia en varios países durante muchos años, pero las asociaciones que representan a las víctimas dicen que no ha hecho lo suficiente.
La Santa Sede dijo el pasado año que entre 2004 y 2013 había apartado del sacerdocio a unos 850 curas acusados de abusos sexuales a menores.