BERLÍN (Reuters) - Un día antes de las primeras expulsiones de refugiados de Grecia a Turquía bajo un acuerdo para detener el flujo de inmigrantes a Europa occidental, el ministro del Interior alemán expresó un cauto optimismo diciendo que la crisis ha pasado su peor momento.
La canciller Angela Merkel está bajo presión para ralentizar el número de llegadas de inmigrantes, después de que 1,1 millones de personas entrasen en Alemania el pasado año, alimentando los temores sobre la integración y los costes asociados.
"Con mucha cautela digo que el punto álgido de la crisis de inmigrantes ha quedado atrás", dijo Thomas de Maiziere al diario Tagesspeigel el domingo.
Añadió que el número de inmigrantes que llegan a Alemania desde Austria - el principal punto de entrada para los refugiados, la mayoría de los cuales huye de la guerra y la pobreza en Siria - ha bajado a unos 140 al día en marzo, frente a los miles de hace sólo meses.
Sin embargo, esto se debe en gran parte a unos mayores controles froterizos por parte de países a lo largo de la ruta de los Balcanes, entre ellos Austria.
Merkel cuenta con el éxito del acuerdo de la UE y Turquía, que da a Ankara beneficios políticos y financieros a cambio de aceptar a los refugiados e inmigrantes que cruzan a Grecia.
Muchos políticos cree, no obstante, que los números aumentarán de nuevo cuando se abran nuevas rutas, por ejemplo cuando los inmigrantes comiencen a cruzar de Libia a Italia.
"Si la gente viene por esta ruta de nuevo, necesitaremos encontrar soluciones similares como hicimos con Turquía y también inicie conversaciones con países del norte de África", dijo De Maiziere.
El ministro dijo que una posibilidad podría ser que hubiera centros de recepción en el norte de África para inmigrantes que han vuelto a Italia, a cambio de programas humanitarios.
Bajo el acuerdo de la UE con Turquía, por cada refugiado sirio devuelto a Turquía, otro será reubicado desde Turquía en la UE.
Se espera que unos 40 inmigrantes lleguen a Alemania el lunes, dijo un portavoz del Ministerio del Interior. Los medios alemanes dijeron que llegarían al aeropuerto de Hanover, en el norte del país.
La propia popularidad de Merkel ha rebotado en el último mes, pero su bloque conservador sigue presionado. Un sondeo de Emnid el domingo colocó a los conservadores un punto porcentual por debajo en mínimos de cuatro años al 33 por ciento. También aumentó un punto para el partido contrario a la inmigración Alternativa para Germany (AfD) al 13 por ciento.