(Reuters) - Un coche bomba conducido por un suicida explotó el domingo en una estación de autobuses de la ciudad de Potiskum, al noreste de Nigeria, matando a cuatro personas e hiriendo a 35, según fuentes policiales.
No hubo una reivindicación inmediata del ataque, que apunta al grupo islamista Boko Haram y se une a la larga lista de problemas de seguridad del país cuando falta menos de un mes para lo que prometen ser unas reñidas elecciones presidenciales.
"La información que tengo es que el coche fingía estar buscando a un pasajero", dijo el comisario estatal Danladi Marcus a Reuters por teléfono.
"Cinco personas, incluyendo al suicida, murieron en la explosión con otros 35 recibiendo tratamiento médico por varias lesiones".
La violencia está repuntando en Nigeria, donde se avecinan unas elecciones entre el actual presidente Goodluck Jonathan y el antiguo jefe militar Muhammadu Buhari que prometen ser las más disputadas desde el fin de la dictadura militar en 1999.
Otro suicida hizo explotar una bomba en un mercado en la ciudad de Gombe el viernes, matando al menos a seis personas e hiriendo a diez.
Boko Haram ha acabado con la vida de miles de personas, secuestrado a cientos de niños y desestabilizado el noreste del primer productor de petróleo de África, en una campaña para convertir el país en un estado islámico que ya se prolonga durante cinco años.
La violencia se ha extendido también a los países vecinos de Nigeria, en torno al lago Chad.
Un contingente de soldados del Chad ha llegado al norte de Camerún, donde se desplegará en la frontera nigeriana como parte de los esfuerzos para contener la insurgencia, dijo un portavoz del Ministerio de Defensa camerunés el domingo.