Por Gustavo Bonato
SINOP, Brasil (Reuters) - Los camioneros de Brasil, que llevan siete días protestando por los altos precios de los combustibles, bloquearon el jueves el flujo de los suministros de diésel y de materias primas a través del país y amenazaron con frenar las exportaciones de granos en los puertos durante una cosecha récord.
La huelga empezó como una manifestación aislada pero se propagó a al menos 10 estados y se ha intensificado a pesar de las amenazas del Gobierno de fuertes multas para los camioneros que bloqueen las carreteras.
La presidenta Dilma Rousseff convocó a una reunión de emergencia el martes para evaluar cómo neutralizar las protestas, que amenazan a las exportaciones agrícolas que Brasil necesita para cerrar un déficit comercial y evitar una mayor desaceleración económica.
El Gobierno dijo que estaba preparado para iniciar negociaciones con los camioneros sobre la extensión de los plazos de sus préstamos y la fijación de las tarifas de carga, pero no tiene planes de reducir los precios del diésel, dijo en la tarde del martes el portavoz presidencial Miguel Rossetto.
El operador de carreteras Ecovias dijo que los camioneros habían bloqueado el Puerto de Santos, el más grande del mayor exportador de soja del mundo. El operador de ferrocarriles America Latina Logistica SA dijo que la huelga de camiones estaba retrasando los envíos.
La huelga ha llevado a una escasez de diésel en zonas del cinturón de granos del centro-oeste de Brasil y algunos agricultores han detenido temporalmente sus maquinarias en la cosecha de soja.
"Podríamos terminar perdiendo parte de la cosecha", dijo a Reuters Antonio Galvan, presidente del sindicato de agricultores de Sinop en Mato Grosso. "Sin diésel, no se puede hacer nada", agregó.
La huelga ha afectado el tráfico de camiones y las entregas de granos en los puertos marítimos de Brasil, aunque hasta ahora los embarques de soja seguían estando dentro de lo programado.
Representantes de Paranaguá, el segundo mayor puerto de Brasil, dijeron que el terminal tenía un inventario de granos suficiente para llenar los barcos que estaban cargando ahora, pero que temían que una aguda baja en la soja que es llevada por camión interrumpa el flujo normal si la protesta se mantiene.
Los futuros de los precios de la soja se dispararon en la mañana del martes, pero borraron sus ganancias por los rumores de que los esfuerzos del Gobierno y las multas podrían dispersar las protestas.
Los transportistas empezaron el 18 de febrero a obstaculizar el flujo de productos en la BR 163, la principal carretera que va desde Mato Grosso, el mayor productor de soja de Brasil.
La propagación espontánea de las manifestaciones sin la ayuda organizada de sindicatos ha complicado los esfuerzos estatales y federales para negociar con los manifestantes.
El sindicato nacional CUT dijo en la tarde del martes que el Gobierno está dispuesto a negociar y recomendó que los camioneros y compañías de transporte suspendan la huelga. La solicitud del sindicato tuvo pocos efectos de inmediato.
"No hay indicios de que el bloqueo en Sorriso (Mato Grosso) y en otras ciudades vaya a terminar", dijo un representante de Rota do Oeste, consorcio que opera la autopista BR 163. "No están pasando los camiones", agregó.
Brasil es el mayor proveedor mundial de azúcar, café, jugo de naranja, carne de vacuno, pollo y soja.
(1 dlr = 2,86 reales)