Por Georgina Cooper
WINDSOR, Inglaterra (Reuters) - Una multitud proveniente de todo Reino Unido y otros países se congregó el jueves para celebrar el 90 cumpleaños de la reina Isabel II de Inglaterra, la monarca más anciana del mundo que aún participa en decenas de compromisos anuales y no muestra señales de retirarse.
El primer ministro británico, David Cameron, le rindió tributo llamándola "una roca de fortaleza para nuestra nación", mientras su hijo mayor y heredero al trono, el príncipe Carlos, grabó un mensaje de radio especial leyendo un pasaje de Enrique VIII, obra del escritor William Shakespeare, cuya muerte hace 400 años será conmemorada el sábado.
Usualmente el cumpleaños de la reina se festeja con una pequeña ceremonia, pero el jueves Isabel II saludará a los asistentes cerca del Castillo de Windsor, su residencia en el oeste de Londres, y luego encenderá una farola, la primera de las cerca de 1.000 que serán prendidas en todo el país y otros lugares del mundo para conmemorar la ocasión.
También habrá fuego de artillería en el Hyde Park y la Torre de Londres y en otros lugares del país, mientras que el Parlamento se iluminará de rojo, blanco y azul.
"Todos nosotros estamos aquí para rendir tributo a la reina y mostrarle nuestro afecto y cuánto apreciamos todos sus años de servicio y para desearle un feliz cumpleaños", dijo Donna Werner, que viajó a Windsor desde Connecticut, Estados Unidos.
Werner, como muchas otras personas en la multitud engalanadas con los colores rojo, blanco y azul, había estado acampando en el exterior desde antes del amanecer junto a tres amigos ingleses que conoció durante la boda del nieto de Isabel II, Guillermo, y su esposa Catalina en 2011.
Colaboradores cercanos dicen que Isabel II, que ha estado en el trono durante 64 años, estaba más interesada en los eventos para celebrar su cumpleaños número 90 de lo que había estado cuando en septiembre superó a su tatarabuela, la reina Victoria, como la monarca británica con más tiempo en el trono.
Nacida el 21 de abril de 1926 en Bruton Street, en el centro de Londres, cuando Calvin Coolidge era presidente de Estados Unidos y Joseph Stalin había tomado control de la Unión Soviética, Isabel II no muestra señales de retirarse y dos sondeos sugirieron la semana pasada que el público tampoco quiere que se retire antes.