Por Ginger Gibson y Emily Stephenson
(Reuters) - Legisladores, colaboradores y donantes del Partido Republicano dudaban sobre si apoyar a Donald Trump, que esta semana logró en la práctica la nominación de su partido tras el abandono de los dos rivales que quedaban en liza: Ted Cruz y John Kasich.
Mientras Trump trata de unificar al fracturado partido en torno a él, muchos destacados republicanos apoyaban al magnate inmobiliario y estrella televisiva, mientras otros sopesaban sus opciones. Otros dijeron que incluso podrían votar en las elecciones generales del 8 de noviembre a favor de Hillary Clinton, la probable candidata del rival Partido Demócrata.
Bill Achtmeyer, el fundador de la consultora Parthenon Group, con sede en Boston, era uno de los que sopesaba votar a Clinton.
"Si puede moverse hacia el centro y pensar de forma tan creativa y reflexiva como su marido... Según lo que sé hoy, sería muy difícil para mí votar no votar a Hillary frente a lo que defiende Trump", dijo Achtmeyer, que ha donado 200.000 dólares a republicanos en la última década.
Otro donante republicano, David Beightol, cuyo lobby en Washington recaudó dinero para la candidatura del exgobernador de Florida Jeb Bush, dijo que se inclinaba a votar a Trump porque no podía votar a Clinton.
"Aún no he llegado a eso, pero no tengo muchas opciones", dijo Beightol.
En la mayor parte de los ciclos electorales, los afiliados y afines al partido rápidamente cierran filas en torno a los candidatos cuando se han asegurado la nominación. Pero la retórica, la campaña poco ortodoxa, y la falta de experiencia en el gobierno de Trump han dejado dividido al partido.
Trump ha prometido deportar a inmigrantes ilegales y construir un muro a lo largo de la frontera mexicana. También dijo que prohibiría temporalmente a los musulmanes entrar en el país para combatir el terrorismo.
Los expresidentes republicanos George H.W. Bush y George W. Bush no prevén apoyar a ningún candidato en la carrera a la Casa Blanca este año, dijo su portavoz al Texas Tribune.