MADRID (Reuters) - Iñaki Urdangarin, el marido de la infanta Cristina, negó el viernes haber ejercido como comisionista en el inicio de su declaración como acusado en el juicio del caso Nóos, que aborda su presunto enriquecimiento ilícito aprovechando sus conexiones con la realeza.
El cuñado de Felipe VI, que está acusado de nueve delitos, entre ellos fraude fiscal, que podrían suponer una condena de hasta 19 años y medio de cárcel, negó en su declaración que una adjudicación de un contrato con un equipo ciclista al Instituto Nóos se tratase de "un peaje".
"Absolutamente no. Nunca he sido un comisionista de nada", dijo el exduque de Palma durante un interrogatorio de dos horas en Palma de Mallorca que continuará la semana que viene.
El caso, uno más de los reiterados escándalos de corrupción entre la élite del país en los últimos años, dañó la imagen de la realeza y fue uno de los factores que contribuyó a la abdicación del rey Juan Carlos I en su hijo Felipe VI en 2014.
El juicio se centra en los negocios del Instituto Nóos, que dirigía Urdangarin, y que, según los fiscales, se habría usado para desviar millones de euros en fondos públicos obtenidos de contratos con administraciones.
Parte de esos fondos fueron a una sociedad, Aizoon, que Urdangarin compartía al 50 por ciento con su esposa, la infanta Cristina, y que la fiscalía considera una empresa pantalla sin apenas actividad ni personal.
Urdangarin reconoció en el interrogatorio que no conocía a todos los empleados que trabajaban en Aizoon y que delegaba "esos temas" en sus asesores.
"Sobre el tema de los empleados de Aizoon tengo que decir que había empleados que desarrollaban su labores profesionales para el objeto social de la sociedad, (..) otros se encargaban más de temas de mantenimiento o de servicios y (...) había otros, (algo) que lo he descubierto durante este procedimiento, que realmente no les he conocido ni sabía ni quiénes eran", declaró Urdangarin.
El marido de la infanta Cristina dijo que su exasesor fiscal Miguel Tejeiro fue el que les recomendó que Aizoon tuviese un número determinado de empleados para cumplir unos criterios fiscales.
El juicio se reanudará el miércoles, de nuevo con el testimonio de Urdangarin, que defiende su inocencia. Más adelante tendrá que declarar la propia infanta, que está acusada por dos delitos como "cooperadora necesaria en fraude fiscal" y podría ser condenada a hasta ocho años de cárcel de ser declarada culpable.