Por Douglas Gillison, Joanna Plucinska y Sophie Yu
9 oct (Reuters) -Las principales compañías aéreas internacionales han suspendido o reducido los servicios de vuelos con origen o destino en Tel Aviv tras el ataque sorpresa perpetrado por militantes de Hamás contra Israel durante el fin de semana, alegando que esperarán a que mejoren las condiciones de seguridad.
Alrededor del 50% de los vuelos programados a Tel Aviv no operaron el domingo y un tercio de los vuelos han sido cancelados el lunes a las 18:41 hora local (1541 GMT) en Israel, según Flightradar24, un sitio web de seguimiento de vuelos.
Las compañías aéreas estadounidenses United Airlines, Delta Air Lines (NYSE:DAL) y American Airlines (NASDAQ:AAL) suspendieron el domingo sus vuelos directos a Israel después de que la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA, por sus siglas en inglés) instara a las aerolíneas a extremar la precaución.
Muchas aerolíneas europeas también han cancelado vuelos, entre ellas Ryanair (LON:0RYA) hasta el miércoles y Norwegian Air (OL:NAS) , que canceló sus vuelos de Copenhague y Estocolmo a Tel Aviv esta semana.
La aerolínea nacional israelí El Al fue la excepción, añadiendo más vuelos para traer a reservistas de todo el mundo para ayudar en la mayor movilización del país en la historia.
Combatientes del grupo islamista mataron a 700 israelíes y secuestraron a decenas en los ataques del sábado, la incursión más mortífera de este tipo en décadas, lo que llevó a Israel a tomar represalias golpeando el enclave palestino de Gaza.
La cadena de televisión israelí Kan TV informó el lunes de que el número de víctimas mortales del ataque de Hamás había ascendido a 800.
El sector turístico israelí, impulsado por los amantes de la playa y la fiesta en Tel Aviv y las visitas históricas a lugares como Jerusalén, va a sufrir un duro golpe a medida que se acumulen las cancelaciones de vuelos. El turismo representa el 3,6% del empleo total, según datos de la OCDE.
Las reservas turísticas, un 18% inferiores a los niveles anteriores a la pandemia, habían aumentado a principios de año, según la empresa de datos de viajes ForwardKeys, pero se vieron afectadas por la agitación política, especialmente entre los turistas estadounidenses.
Los organismos reguladores, entre ellos la FAA, la Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea y la autoridad de aviación de Israel, instaron a las compañías aéreas a actuar con precaución en el espacio aéreo de la región, pero no llegaron a suspender los vuelos.
La autoridad de aviación civil de Israel pidió a las aerolíneas que "revisaran la información actual sobre seguridad y amenazas" en medio del conflicto y modificó algunas rutas aéreas. Señaló que se esperaban retrasos y aconsejó a las aerolíneas que llevaran combustible adicional.
Las aerolíneas estadounidenses operan normalmente servicios directos desde grandes ciudades como Nueva York, Chicago, Washington DC y Miami.
United dijo el lunes que sus "vuelos a Tel Aviv permanecerán suspendidos hasta que las condiciones permitan reanudarlos", mientras que American ha cancelado sus vuelos hasta el viernes.
Delta dijo que se habían cancelado los vuelos de esta semana y que se estaba supervisando la situación.
Entre las tres aerolíneas estadounidenses, United es la más expuesta. En el trimestre hasta diciembre, Israel representó el 1,9% de su capacidad global planificada, según un análisis de Reuters de los datos de Cirium. American Airlines tiene la menor exposición, con un 0,4% de su capacidad global en el mismo periodo.
Las acciones de las aerolíneas estadounidenses retrocedían con fuerza el lunes, con Delta y American perdiendo un 5,5% y United un 6%.
RESPUESTAS DE LAS AEROLÍNEAS
En Europa, Air France (EPA:AIRF) y la finlandesa Finnair (BS:FIA1Sh) suspendieron sus vuelos directos.
La británica easyJet (LON:EZJ) interrumpió sus vuelos a Tel Aviv el domingo y el lunes y dijo que ajustaría los horarios de los vuelos en los próximos días.
La aerolínea húngara de bajo coste Wizz Air (LON:WIZZ) canceló sus vuelos desde y hacia Tel Aviv hasta nuevo aviso.
"Wizz Air es el grupo más afectado, ya que sus operaciones suponen alrededor del 9,4% de la capacidad total de Israel en octubre y (...) representan alrededor del 2,3% de los horarios totales de la compañía", dijo la correduría irlandesa Goodbody.
El grupo Lufthansa (ETR:LHAG), también entre las aerolíneas más expuestas a Israel, según Goodbody, canceló sus vuelos desde y hacia Tel Aviv hasta el lunes.
La portuguesa TAP suspendió sus vuelos hasta el lunes y ofreció reembolsos o cambios de horario sin coste adicional.
Virgin Atlantic dijo que seguiría operando algunos vuelos, pero que los clientes podían volver a reservar o solicitar un reembolso hasta el 15 de octubre.
Las acciones de las aerolíneas británicas cayeron el lunes tras la subida de los precios del petróleo en medio del conflicto militar en Oriente Medio. El combustible es uno de los mayores costes para las compañías aéreas. IAG (BME:ICAG), propietaria de Iberia y British Airways, perdió un 5% en Londres y un 5,7% en Madrid, Wizz Air se hundió un 6%, hasta mínimos de casi un año, y easyJet cayó un 4,8%.
El aeropuerto Ben Gurion, cuyas rutas más populares llegan y salen de Estambul unas 107 veces por semana, registró un importante descenso de los vuelos programados frente a los seguidos el pasado fin de semana, con 350 programados para el domingo y 197 seguidos, según datos de FlightRadar.
La autoridad aeroportuaria israelí indicó en su sitio web que Ben Gurion seguía gestionando llegadas y salidas.
Hainan Airlines, la única aerolínea china que vuela entre China e Israel, canceló el lunes los vuelos entre Tel Aviv y Shanghái.
Hainan dijo que mantendría los vuelos entre Pekín y Shenzhen, centro tecnológico del sur del país, y Tel Aviv, y que no cobraría tasas por las cancelaciones efectuadas antes del 20 de octubre.
Los vuelos de EgyptAir entre El Cairo y Tel Aviv se han suspendido indefinidamente.
(Reporte de David Shepardson, Douglas Gillison, Sophie Yu, Farah Master, Joyce Lee, Brenda Goh, Rajesh Kumar Singh, Tim Hepher y Ilona Wissenbach, Sérgio Gonçalves en Lisboa, Anna Ringstrom en Estocolmo y Sarah Young y Joanna Plucinska en Londres; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)