Por Pavel Polityuk y Phil Stewart
KIEV, 19 sep (Reuters) - El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, prometió que no se detendrán los combates para recuperar el territorio perdido ante Rusia, en un momento en que Kiev dijo que sus soldados habían avanzado a la orilla oriental del río Oskil, amenazando a las fuerzas de ocupación rusas en el Dombás.
El cruce del Oskil es otro hito importante en la contraofensiva ucraniana en la región nororiental de Járkov, ya que fluye hacia el sur del río Siversky Donets, que pasa justo por Luhansk, una de las dos provincias de la región del Dombás.
El Dombás es el tradicional corazón industrial de Ucrania, formado por las regiones de Donetsk y Luhansk.
Las fuerzas ucranianas "han empujado a través del Oskil. Desde ayer, Ucrania controla la orilla oriental", escribieron las Fuerzas Armadas ucranianas en Telegram a última hora del domingo.
Serhi Gaidai, gobernador de la región de Luhansk, escribió en Telegram: "La región de Luhansk está justo al lado. La desocupación no está lejos".
Zelenski se comprometió a mantener la presión sobre Moscú tras los rápidos avances de Ucrania en Járkov este mes.
"Quizá a algunos de ustedes les parezca que, tras una serie de victorias, ahora tenemos una especie de tregua", dijo en su habitual discurso nocturno del domingo. "Sin embargo, no habrá tregua, sino preparación para la siguiente serie, (...) porque Ucrania debe ser libre. Entera".
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también dijo que la victoria para Ucrania significaba echar al ejército ruso de todo el país y prometió el apoyo de Estados Unidos durante el tiempo que sea necesario.
"Ganar la guerra en Ucrania es sacar a Rusia de Ucrania por completo y reconocer la soberanía. Están derrotando a Rusia", dijo en una entrevista con el programa "60 Minutes" de la CBS emitida el domingo.
"Rusia está resultando no ser tan competente y capaz como mucha gente pensaba".
La artillería rusa bombardeó el domingo pueblos y aldeas a lo largo de las líneas del frente en el este y el sur, incluida la infraestructura civil en la ciudad de Zaporiyia, dijeron representantes ucranianos.
Reino Unido dijo que el ejército ruso había ampliado los ataques contra la infraestructura civil tras los reveses en el campo de batalla y que probablemente ampliarían sus objetivos.
"A medida que se enfrenta a los reveses en el frente, Rusia probablemente ha ampliado los lugares que está dispuesta a atacar en un intento de socavar directamente la moral del pueblo y el Gobierno ucranianos", dijo el Ministerio de Defensa británico.
El mando del sur de Ucrania dijo el lunes que también se lanzaron ataques contra una estación de radar cerca de Jersón y contra un cruce de pontones cerca de Nova Kajovka, al este de Jersón, donde la contraofensiva ucraniana se ha centrado en eliminar los puentes que cruzan los ríos Dnipro e Inhulets.
Por otra parte, el Estado Mayor de la Defensa ucraniana afirmó que sus fuerzas han repelido los ataques rusos en las zonas de los asentamientos de Mykolaivka Druga, Vesela Dolyna y Bajmut, en la región de Donetsk. Kiev también atacó "objetivos enemigos", incluyendo la defensa aérea y los depósitos de municiones en múltiples ataques, agregó.
Reuters no pudo verificar de forma independiente las informaciones sobre el campo de batalla.
ADVERTENCIAS DE PUTIN Y BIDEN
El viernes, el presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó la rápida contraofensiva ucraniana y dijo que Moscú respondería con más fuerza si sus soldados se veían sometidas a más presión.
Estas repetidas amenazas han suscitado la preocupación de que Putin pueda recurrir en algún momento a pequeñas armas nucleares o a la guerra química.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, preguntado sobre qué le diría a Putin si estuviera considerando utilizar ese tipo de armas, respondió en la entrevista de la CBS "60 Minutes": "No lo hagan. No lo hagan. No lo hagan. Cambiaría la cara de la guerra como nada desde la Segunda Guerra Mundial".
Algunos analistas militares han dicho que Rusia también podría escenificar un incidente nuclear en la central nuclear de Zaporiyia, en manos de Rusia pero dirigida por personal ucraniano.
El general del Ejército de Estados Unidos Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, llamó el domingo a la vigilancia tras visitar una base en Polonia que ayuda al esfuerzo bélico de Ucrania.
"La guerra no va demasiado bien para Rusia en estos momentos, así que nos corresponde a todos mantener un alto estado de preparación, de alerta", dijo tras su viaje a la base, en el que se pidió a los periodistas que viajaban con él que no identificaran el trayecto.
Con el aumento de las pérdidas en el campo de batalla, el ejército ruso está buscando soldados contratados para lo que llama la su "operación militar especial" —según la denominación del Kremlin— en Ucrania y está ofreciendo casi 3.000 dólares al mes como incentivo.
INHUMACIONES MASIVAS
El sábado, Zelenski dijo que las autoridades habían encontrado una fosa común con los cuerpos de 17 soldados en Izium, algunos de los cuales, según él, tenían signos de tortura.
Los residentes de Izium han estado buscando a sus familiares muertos en una fosa forestal donde los trabajadores comenzaron a exhumar los cuerpos la semana pasada. Fuentes ucranianas dijeron la semana pasada que habían encontrado 440 cuerpos en los bosques cercanos a Izium. Dijeron que la mayoría de los muertos eran civiles y que no se habían establecido las causas de la muerte.
El Kremlin no ha comentado el descubrimiento de las fosas, pero en el pasado Moscú ha negado repetidamente haber atacado deliberadamente a civiles o haber cometido atrocidades.
En Kozacha Lopan, un pueblo situado a unos 45 kilómetros al norte de Járkov y cerca de la frontera rusa, un reportero de Reuters fue llevado a un sótano escuálido con habitaciones provistas de barrotes de hierro que, según las fuentes, había servido de prisión improvisada durante la ocupación.
El alcalde del distrito, Vyacheslav Zadorenko, dijo que las habitaciones se habían utilizado como "sótano de tortura" para detener a civiles.
Reuters no ha podido verificar estos testimonios.
(Información de las redacciones de Reuters; escrito por David Brunnstrom y Stephen Coates; edición de Daniel Wallis, Shri Navaratnam y Lincoln Feast; traducido por Tomás Cobos)