MADRID (Reuters) - El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, dijo que no pasaba nada malo con el talismán del equipo, el portugués Cristiano Ronaldo, que atraviesa por su racha más larga sin marcar en el Santiago Bernabéu con una aparición casi inapreciable en la victoria por 3-0 contra el Leganés el domingo.
Dos tantos de Gareth Bale y un gol de Álvaro Morata dieron el triunfo al conjunto, que mantiene el liderazgo en liga, pero Zidane se enfrentó a más preguntas sobre el estado de forma de Ronaldo, que no ha marcado en cinco partidos en casa, su peor racha sin un gol ante los aficionados madridistas desde que se unió al club in 2009.
La última diana de Ronaldo en el Bernabéu fue contra el Sporting de Lisboa el pasado 14 de septiembre. Su único gol en casa en liga fue contra el Osasuna el 10 de septiembre.
Ronaldo ha marcado siete goles entre la liga española y la Liga de Campeones esta temporada y ha enmendado su peor inicio de temporada desde que se unió al Real Madrid al meter tres goles al Alavés en su victoria por 4-2 la semana pasada.
El jugador de 31 años falló varias ocasiones contra el Legia de Varsovia el miércoles y no logró marcar contra el Leganés el domingo. También se le vio descargando su furia contra Bale por no haberle pasado la pelota en la segunda mitad.
"A Cristiano no le pasa nada. Lo que queremos siempre es que marque gol Cristiano. En Vitoria metió tres y ya está", dijo Zidane.
"Él siempre quiere meter gol, pero no pasa nada si no marca. Le veo bien, metido en el equipo. Está claro que le gusta meter goles, pero le veo tranquilo", añadió.
Los medios españolas aseguran que Ronaldo, el mayor goleador del Real Madrid de todos los tiempos, va a firmar un nuevo contrato hasta 2021 con el campeón europeo la próxima semana.
Pese a la actual inconsistencia del jugador, Zidane expreso su alegría por la posibilidad de que Ronaldo alargue su vinculación con el club.
"Estoy contento porque es un jugador que tiene que acabar su carrera en el Madrid", dijo Zidane, quien terminó su propia carrera en el Bernabéu y fue expulsado en la final del Mundial de 2006 con Francia en su último partido como jugador.
"Es único. Su sueño es terminar aquí y por eso estoy contento de que pueda renovar y acabar con esta camiseta blanca como hice yo", dijo.