Las dos últimas sesiones de Wall Street han llevado al S&P 500 a cerrar exactamente en el retroceso del 61,8% de la subida que. a modo de chupinazo, comenzó el pasado 7 de julio y de la que ya advertimos en su momento que no contaba con los cimientos adecuados. A veces acertamos y otras no, como todo el mundo que hace público un análisis sobre Bolsa, pero esta vez ha tocado que sí por partida doble.
El sistema nos dijo que no era el momento y luego nos advirtió que no duraría mucho la subida tal y como estaba planteada.
Lo que ahora nos quedaría por precisar es si ha llegado el momento de volver a intentar el despegue. Veamos lo primero un gráfico del S&P 500 y los dos indicadores que más sigo en los últimos tiempos.
El indicador superior es el de Nuevos Máximos y Mínimos y lo que cabe decir sobre él es que, por fin, empieza a normalizar sus lecturas. No era normal que hubiera más valores en mínimos anuales que en máximos anuales cuando los índices estaban o en máximos, el caso de los dos selectivos del Nasdaq, o en la zona de máximos, como el S&P 500, que rozó el máximo pero no lo consolidó al cierre.
Ahora, por fin, el comportamiento es el normal. Muchos valores en mínimos anuales y pocos en máximos anuales. Pero es que hasta ayer no han claudicado los valores en máximos, que en el colmo de la anormalidad, se permitieron repuntes en plena caída de los índices. Tras la sesión del viernes se han situado por debajo de la cota de los 100 y eso ya está dentro de una cierta normalidad, sobre todo teniendo en cuenta el efecto que en el Nasdaq tienen subidones como el de Amazon (NASDAQ:AMZN), que anima a muchos otros valores de venta online.
El segundo indicador es el Momento de Mercado o Momento Weinstein y lo sigo especialmente en los últimos tiempos porque lanzó una señal de alerta hace poco tiempo y la alerta se confirmará si la línea roja baja de cero con pendiente acusada. En lugar de seguir esa trayectoria, parece que se mantiene con dignidad e incluso ha repuntado el viernes, lo que nos indicaría que el peligro de una corrección mucho más profunda, incluso un cambio de tendencia parece alejarse.
Y ahora vayamos con el índice. Nos gusta seguir el mercado y no concedemos a los índices el carácter sagrado que le conceden otro tipo de análisis, pero no por ello podemos olvidarnos de los mensajes que nos lanza el precio. He visto el gráfico del S&P 500 habitualmente trazado con una cuña ascendente que se rompió hace tiempo. Las connotaciones bajistas de esa ruptura están fuera de toda duda pero no se han cumplido y algunos analistas a los que respeto, como Niko Garnier, han hablado por distintos motivos (también se han roto canales en muchos índides) de un "fallo bajista con connotaciones alcistas". En el fondo y en el medio plazo, coincido con ese análisis mientras no pase algo que lo desmienta, pero en el plazo un poco más corto, lo que tenemos en el S&P 500 es un canal multibanda como la copa de un pino y del que no parece querer salir ni con aceite hirviendo.
Estos canales son una tortura para los inversores de medio y largo plazo, pero son una delicia para las manos fuertes, que no dudan ni lo más mínimo en poner toda su artillería a trabajar en contra del precio cuando se llega a alguna de las zonas de giro. Pues bien, estamos en una de esas zonas, pero con una duda. Ya fue perforada a la baja y ha funcionado como resistencia de corto plazo también. ¿Volverá a funcionar como soporte o los que mandan en el cotarro preferirán meter más miedo a la concurrencia y esperar a la siguiente banda, la última posible?
Para mí, es demasiado evidente que ese el sitio para intentar una reacción. Ha cerrado justo en el 61,8% de recorte de toda la subida anterior, en una zona de soporte / resistencia evidente, tras un velón a la baja importante... Veamos otro gráfico:
Empezaremos por el indicador inferior, el Return Point. Es un indicador propio, desarrollado por nosotros y que tiene una sola función: determinar cuando el mercado está preparado para darse la vuelta. Ha dicho que ya podemos empezar a pensar en ello...
Siguiendo el orden ascendente, el Oscilador McClellan Ratio Adjusted también ha llegado al nivel mínimo que en nuestro sistema es aceptable para una entrada al alza. Dos coincidencias.
Por último, la Línea de Avance / Descenso, la Línea AD, calculada para la suma del Nyse y el Nasdaq presenta algunas dudas más. De entrada es indiscutible que está haciendo una figura fea de solemnidad. La dilatación es evidente y solo falta discernir si el límite inferior será la línea azul o la negra. Pero lo que más me importa es que no ha llegado a ninguna de esas dos líneas, por lo que no sería de extrañar que mantuviera a la baja al mercado (independientemente de lo que hagan los índices) hasta tocar en una de ellas y rebotar.
¿Se puede sacar como conclusión que desde el lunes podemos asistir a un rebote? En realidad, no. La única conclusión que se puede sacar siendo sinceros es que el mercado ha entrado en la zona en la que se deciden muchas cosas. Si rebota puede ser el rebote definitivo y si falla en el rebote puede ser el desplome definitivo. Es una zona es la que las posibilidades de medias tintas son limitadas, especialmente en caso de una ruptura a la baja.
NOTA DEL AUTOR. Todo lo expuesto en este artículo es fruto de mi análisis, que es el resultado de años de formación y trabajo. Si te ha gustado, me haces un gran favor si lo compartes en las redes sociales. Mis análisis los publico exclusivamente con fines didácticos y no representan en absoluto una invitación a realizar operación alguna en el mercado, ni con acciones ni con ningún otro instrumento financiero.