El sábado se publicaron los PMIs manufacturero y no manufacturero en China. El primero de ellos, el más importante, registró una lectura inferior a la prevista y que roza la contracción económica con un valor de 50, frente al 50,2 esperado. Esta mañana se han conocido los datos de PMI manufacturero de Caixin, menos optimistas que los oficiales con un registro de 47,8 frente al 48,3 esperado, ya metido en rangos que marcan contracción económica. El dato de Caixin es especialmente importante por su teórica independencia y objetividad, algo de lo que adolecen los datos oficiales del Gobierno chino. Caixin es heredera de HSBC en el patrocinio de los datos de clima económico en Asia y aporta un contrapeso fundamental a los datos gubernamentales.
Esta desaceleración/contracción en China ha venido acompañada por datos mixtos en Europa, donde acabamos de conocer los PMIs manufactureros de España, Francia, Alemania, Reino Unido y Eurozona, con resultados variables: España ha decepcionado con un 53,6 frente al 54,3 previsto, aunque todavía relativamente lejos de contracción; Francia ha cumplido las expectativas y ha evitado adentrarse más aún en la zona peligrosa con una lectura de 49,6, exactamente igual que la estimación; Alemania, Reino Unido y Eurozona han batido expectativas aunque, con un 51,8, un 51,9 y un 52,4, se hallan todavía incómodamente cerca de la vigilada frontera de los 50 puntos.
El viernes conocimos unos datos de empleo llamativos en EE. UU. Si bien el Índice de Costes Laborales no es el indicador más seguido para evaluar el panorama, no deja de llamar la atención que la lectura recibida sea la peor desde 1982. Esto no es crítico por ahora, pero si tiene alguna correlación con los datos más relevantes y éstos evolucionan en la misma dirección, el momento de la subida de tipos podría postergarse desde septiembre, que parecía ser el mes más votado por los analistas, hasta finales de año, alternativa que empieza a ganar seguidores en los últimos días.
De hecho, la misma curva de tipos de bonos estadounidenses refleja este cambio de percepción. Las letras a muy corto plazo (1M) ahora exigen una rentabilidad menor que hace una semana porque las expectativas de subida de tipos en Septiembre, que dañaría el atractivo de las letras como inversión, se han trasladado hasta finales de año. Esto ha provocado un incremento de las compras en el extremo cercano de la curva y por tanto una ligera caída de las yields.
La sesión asiática ha transcurrido con el mismo tono que vimos a finales de la semana pasada: mucha lateralidad en los índices aunque a estas alturas parecen un poco anestesiados tras los varapalos de la pasada semana.
La aparentemente firme intención del Gobierno chino de garantizar el soporte en la renta variable local ha tranquilizado relativamente a los mercados, tranquilidad que ha saltado a Europa, cuyos selectivos principales se anotan subidas generalizadas a estas horas. Cuidado con ser demasiado optimistas demasiado pronto...
La Bolsa griega ha abierto hoy por primera en varias semanas y se le ha adjudicado el correctivo correspondiente. Se han tenido que prohibir los cortos y solo se permite invertir con capital no nacional o nacional líquido, pero en ningún caso se permite deshacer depósitos, lo que demuestra que si impera algún sentimiento, desde luego no es el de la tranquilidad y la confianza. La caída, superior al 20%, demuestra que los inversores, en cuanto se lo han permitido, han cogido su dinero y han volado. Por otra parte el rescate sigue en el aire y no se puede dar nada por hecho a estas alturas. Grecia tiene importantes vencimientos en agosto a los que tiene que hacer frente. Además, el severísimo castigo al sector bancario en bolsa hace que las necesidades de capital sean aún mayores que antes, lo que amplía la necesidad de un crédito que no parece cerca de llegar.
En conclusión, el sentimiento que prevalece ahora mismo es el de la cautela y quizá sea más interesante vender rallies que confiar en que se retome pronto la senda alcista. Con paciencia quizá veamos muy buenas oportunidades de compra en los próximos meses en renta variable europea pero por ahora habrá que andar con pies de plomo.
La apreciación general del Dólar mantiene las oportunidades bajistas en commodities. Para quien hubiese estado atento a nuestros análisis, el crudo Brent estaría muy cerca de alcanzar los 5$ por barril de beneficio objetivo, al llegar a los 50$. El siguiente objetivo, si el panorama no sufre cambios, serían los 48$. El Oro, en cambio, sigue manteniendo a duras penas soporte en la zona de los 1.100$ por onza aunque, en mi opinión, es cuestión de tiempo que los deje atrás definitivamente para atacar el objetivo lógico de los 1.000$.
Esta tarde conoceremos datos de gasto personal en EE. UU., un medidor muy conocido y seguido por la Fed para evaluar las perspectivas de inflación. También conoceremos los índices manufactureros ISM (la versión estadounidense de los PMIs) y escucharemos declaraciones de Powell, del FOMC, esperemos que arrojando algo de luz sobre los últimos datos publicados.