La semana pasada fue otra semana algo revuelta para las acciones estadounidenses. No hay nada nuevo a la vista, mientras los inversores siguen centrándose en los anuncios de los bancos centrales, un estado tristre del capitalismo.
Por supuesto, con el tiempo, probablemente el capitalismo encontrará de nuevo su camino y dará lugar a los arrebatos de la volatilidad en el mercado de acciones, como ya hemos visto en las materias primas, divisas y tipos de interés durante casi un año.
A pesar del hecho de que todas las señales de preocupación y divergencias están haciendo que sea cauteloso con las acciones estadounidenses en los próximos meses, a corto plazo sigue creyendo que este mercado debería estar apoyado por dos eventos económicos potencialmente dovish.
Por tanto, reitero lo que dije la semana pasada:
"Mi atención durante las próximas semanas se centra en lo que podrían llegar a ser dos catalizadores potencialmente moderados en el frente de datos de Estados Unidos: el informe de empleo de mayo, que está previsto para el 5 de junio, así como en la próxima declaración del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) que conoceremos el próximo 17 de junio.
Las acciones estadounidenses cerraron la semana pasada a la baja. Tanto los datos del PIB como la revisión a la baja hasta el -0.70% del primer trimestre, parecían haber asustado a la renta variable, a pesar de haber sido datos algo mejor de lo esperado por el consenso.
Si observamos el gráfico diario del índice S&P500, las cosas se mantienen en un status quo ya que vemos movimientos agitados, aunque ligeramente al alza. No es sorprendente que, al igual que el índice chocó la semana pasada con el extremo superior de su rango de cotización, establezca un movimiento de reversión a la media bajista.
Por mi parte, el soporte de plazo más inmediato es la zona de los 2.100 puntos, que en caso de ruptura podríamos ver al índice caminar hacia los mínimos de mayo cerca de 2.070 puntos. Del lado alcista, por ahora sigo teniendo los mismos objetivos del rango en los meses de verano que se sitúan en 2.150 y 2200 puntos.
La gran divergencia multi-semanal del sector de transporte (línea roja) y el índice Dow Jones de Industriales (azul) también parecían haberse puesto al día.
Esta señal del Dow con implicaciones bajistas está bien cubierta por los medios y, lo que es más importante, sin duda, a) no significa que estemos cerca de una caída inmediata en la renta variable y b) no debe ser el único indicador en el que centrarse.
Ante la coyuntura actual, sin embargo, esta divergencia también se sincroniza con una serie de otras divergencias, incluyendo los débiles impulsos al alza en las acciones y, por tanto, en mi opinión pueden tener más validez en cuanto a señal para que veamos una corrección más significativa del mercado de valores en los próximos meses.
Si hablamos del bajo momentum alcista, el sector bancario ha mostrado, como esperaba, algo de fuerza relativa en las últimas semanas, ya que los tipos de interés aumentaron en el extremo de la curva.
El índice bancario KBW es un buen indicador para medir al gran sector bancario de EE.UU. En el gráfico de más abajo podemos ver que mientras estos valores han repuntado últimamente, el aumento se debió a la baja volatilidad y no de momentum y ahora de nuevo ha repuntado hasta el extremo superior de su rango que se remonta a principios de 2014.
Dado el bajo movimiento de momentum, ya no estamos ante una zona de mercado a la que perseguir, sino más bien para tomar ganancias y posiblemente comprar de nuevo en caídas.