Las bolsas europeas terminaron ayer a la baja, en una jornada en la que la agenda de publicación de resultados trimestrales fue intensa, lo que se tradujo en comportamientos dispares entre los distintos sectores –así, por ejemplo, el sector de telecomunicaciones europeo se vio favorecido por los buenos resultados presentados por Telefónica (MC:TEF), Orange (PA:ORAN) y Bouygues (PA:BOUY), mientras que el sector financiero se vio lastrado por los publicados por Barclays (LON:BARC).
Por otro lado, en lo que hace referencia a la agenda macroeconómica, los datos publicados estuvieron muy en línea con lo que se esperaba o fueron algo más débiles, aunque influyeron poco en el comportamiento de los mercados financieros. Por el contrario, en el plano político los bonos franceses sí recogieron al alza tras la alianza entre los candidatos a la presidencia Bayrou y Macron.
Mientras, los índices bursátiles de Wall Street cerraron de forma mixta, destacando el descenso del Nasdaq (-0,43%), lastrado por el sector de la biotecnología, y del Russell 2000 (-0,66%), mientras los inversores siguen esperando noticias que respalden las expectativas que se han creado en torno a los paquetes de estímulo que ha prometido la Administración Trump y que, como señalábamos ayer, de no cumplir con lo esperado, podrían suponer la entrada de los índices en una fase de corrección, teniendo en cuenta sobre todo los multiplicadores más exigentes a los que están cotizando los valores estadounidenses frente a los europeos (el índice Standard & Poor’s está cotizando a un multiplicador PER de unas 22 veces).
Por tanto, en Europa tenemos un escenario en el que las incertidumbres políticas son muy elevadas, ante las elecciones que se celebrarán próximamente en Países Bajos, Francia y Alemania, mientras el continente se enfrenta a dos importantes retos políticos, las negociaciones respecto al brexit, cuyo impacto en la economía de ambas partes a medio plazo todavía es una gran incertidumbre, y un nuevo rescate de la economía griega, rescate en el que EE.UU., según las declaraciones de ayer de su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, no parece muy dispuesto a que participe el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Mientras en EE.UU., en un entorno claro de próximas subidas de tipos, los inversores todavía se encuentran a la espera de conocer los planes de estímulo de la nueva Administración Trump, especialmente los recortes de impuestos prometidos, y sobre los que los índices bursátiles se han apoyado para alcanzar nuevos máximos históricos. Mientras los inversores esperan a conocer la política de la nueva Administración estadounidense, comienzan a aparecer las dudas sobre si los mercados bursátiles no han ido demasiado lejos celebrando algo que todavía es una gran incógnita.
Por tanto, tras el rally de los mercados en los últimos meses y ante las numerosas incertidumbres que se vislumbran en el escenario a corto plazo, creemos que es muy probable que los mercados financieros decidan tomarse un respiro, por lo que necesitarán de catalizadores realmente importantes para subir con consistencia.
Así, hoy esperamos que las bolsas europeas abran sin una tendencia definida. La agenda macroeconómica de hoy es ligera, destacando únicamente la publicación de las ventas de nuevas viviendas y del índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan en EE.UU..
Por el contrario, el calendario de presentación de resultados todavía sigue siendo intenso, destacando en Europa la publicación de los de la química alemana BASF (DE:BASFN) y los de los bancos británicos Royal Bank of Scotland (LON:RBS) y Standard Chartered (LON:STAN), mientras que entre las que cotizan en España destacamos los de IAG (MC:ICAG) y los de Amadeus (MC:AMA) (AMS (SIX:AMS)).