París, 15 nov (.).- Si ayer, inesperadamente tras la victoria de Donald Trump como futuro presidente de EE.UU., los valores cíclicos y financieros empujaban con fuerza, en detrimento de sectores defensivos como el inmobiliario, hoy ocurrió lo contrario, pero el Cac-40 volvió a apuntarse una alza.
Subió al cierre un 0,62 %, a 4.536,53 puntos, casi en lo más alto de la sesión, tras haber entrado en territorio rojo hacia las 14.30 GMT, aunque muy brevemente y sin perder jamás los 4.500 puntos recién reconquistados.
Aunque menos importante que la víspera, el volumen de negocios alcanzó 3.103 millones de euros.
Para su segunda jornada consecutiva al alza, el índice estrella se apoyó también en el petróleo, que al cierre subía más de un 4 %, algo que sentó particularmente bien a la petrolera Total, a la cabeza de los resultados con un 3,21 %, y a la de servicios del petróleo Technip (PA:TECF), que ocupó la segunda posición con un 3,12 %.
La empresa de servicios informáticos y nuevas tecnologías Capgemini (1,97 %), el fabricante de neumáticos Michelin (PA:MICP) (1,94 %) y el líder mundial del lujo LVMH (PA:LVMH) (1,91 %) se apuntaron los otros tres mejores resultados del día.
Tras saberse que el fisco francés piensa reclamarle, en parte o en su totalidad, los 2.200 millones de euros que le cedió como exención en 2009 y 2010, dadas las pérdidas del fraude entonces atribuido exclusivamente a su operador bursátil Jérôme Kerviel, el banco Société Générale (PA:SOGN) ganaba al final un leve 0,02 %.
El farolillo rojo del día fue para el grupo tecnológico Nokia (HE:NOKIA), que se dejó un 3,41 %.
Después llegaron el grupo de entretenimiento y comunicación Vivendi (PA:VIV) (2,07 %), el químico Air Liquide (PA:AIRP) (1,60 %), el industrial y tecnológico de aeronáutica, espacio, defensa y seguridad Safran (PA:SAF) (0,82 %) y la aseguradora Axa (PA:AXAF) (0,66 %).
Entre las once bajas del día, en su mayor parte poco relevantes, perdía un 0,21 % la cementera LafargeHolcim (PA:LHN), el mismo día en que dos ONG denunciaron en Francia a Lafarge por haber financiado el terrorismo en Siria, dadas sus relaciones comerciales con el Estado Islámico entre 2013 y 2014, antes de su fusión con el grupo suizo Holcim.