Tokio, 13 oct (EFE).- La Bolsa de Tokio cayó hoy arrastrada por el descenso de las importaciones chinas, que llevó a los inversores a retener las ganancias obtenidas la semana pasada a la espera de que el mercado presente nuevos incentivos.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró con una bajada de 203,93 puntos, un 1,11 por ciento, y se situó en las 18.234,74 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 12,00 unidades, un 0,79 por ciento, hasta los 1.503,13 puntos.
El parqué tokiota abrió en el terreno negativo y acentuó sus pérdidas a medida que avanzó la negociación.
Tokio sufrió un duro revés tras conocer la aguda caída de las importaciones de China, principal socio comercial de Japón, que sumaron un descenso del 20,4 por ciento interanual, por encima de las expectativas del mercado.
Los inversores se mostraron además cautelosos a la espera de la publicación el miércoles de los datos de ventas al por menor de Estados Unidos en septiembre y otros indicadores económicos, que tienen potencial para animar el volumen de operaciones en la Bolsa de Tokio, indicaron analistas locales.
El sector de la minería lideró las pérdidas de la jornada, seguido por el de la banca y el de los seguros.
La caída experimentada el lunes por los futuros del crudo en Nueva York arrastró a compañías niponas del sector como Inpex (T:1605), que bajó un 3,4 por ciento.
La textil Fast Retailing (T:9983), valor de peso en el Nikkei y propietaria de la cadena de tiendas Uniqlo, se dejó un 3,7 por ciento, continuando su caída desde el pasado jueves, después de anunciar un beneficio anual hasta agosto menor de lo esperado.
En el plano positivo destacó la escalada de Sharp (T:6753), que subió un 6,5 por ciento, tras conocerse que un fondo público-privado estudia ayudar a la empresa en crisis con una inversión directa de capital.
En la primera sección, 933 valores retrocedieron y 845 avanzaron, mientras que 122 cerraron en plano.
El volumen de negocio ascendió a 2,404 billones de yenes (17.645 millones de euros), por debajo de los 2,971 billones de yenes (21.803 millones de euros) del viernes.