Einstein decía: “la imaginación es más importante que el conocimiento”. También decía: “todos somos ignorantes, la diferencia es que cada uno de nosotros ignoramos cosas distintas”.
En el mundo del trading, la imaginación es precisamente lo que le da al trader ese olfato de futuro, un insumo indispensable para generar retornos a mediano plazo mucho más contundente que el conocimiento actual.
El trabajo de un administrador de carteras es uno basado todo el tiempo en “t+1”. Siempre que doy clases en la UTDT le cuento a los chicos: en especulación es necesario basar la toma de decisiones en tres etapas: a) diagnóstico, b) forward imagination (visión de mercado) y c) posicionamiento.
Y ya estamos en noviembre, con un 2014 que si bien puede sorprendernos un cacho más, se está yendo con un claro y ya familiar monólogo alcista.
El próximo 2015 será un año en donde las curvas de rentabilidad de EE.UU., Japón y Europa seguirán colapsadas en estos valores ridículos: EE.UU. rinde a 10 años al 2,30%, Alemania al 0,80% y Japón al 0,45%; increíble y más aun recordando que Argentina a un año rinde al 15%.
Entonces, en un mundo del G3 donde todas las curvas de tasas están virtualmente en cero, el conductor macroeconómico de 2015 probablemente se juegue en otra dimensión: QEs por cuánto y por dónde.
Con esto quiero decir que, por el momento, sabemos que la Fed se retiró de su propio QE pero parecería que Japón y Europa están embarcados en un largo proceso de emisión monetaria cuyo principal objetivo es impulsar su propia economía y recuperar parte del empleo que EE.UU. le viene sacando desde el 2008.
Por lo tanto, en un mundo en donde a nivel de tasas todos son iguales, las diferencias relativas se marcarán en qué tan agresivo se mueven los tres bancos centrales más grandes del mundo en materia de emisión contra compra de activos financieros: EE.UU., Japón y Europa.
Es probable que el BCE deba finalmente ponerse agresivo e implementar de una vez su propio QE. Si este fuera el caso, el año 2015 bien podría ver al euro cambiar por debajo de 1,20, con las materias primas acompañando la caída.
Recuerden que los años negativos para el euro coinciden con ajustes bajistas en commodities. Hasta ahora esto es simplemente un análisis muy tradicional de un 2015 que quizá no tenga nada de tradicional.
Un detalle que no quiero pasar de alto es si ante un agresivo plan de QE por parte de Europa el mundo será testigo de un cambio en el ancla de riesgo: pasamos de la absoluta consistencia de la Fed a la impredecible toma de decisiones del BCE. ¿Será entonces el 2015 un año bajista para el euro y materias primas, pero caracterizado por spikes (saltos) de volatilidad?
Por ahora ronda en mi cabeza una sola cosa: ¿euro devaluándose con gamma (aceleración) o sin gamma? Esta sola diferencia bien podrá marcar un abismo de distancia en el equilibrio general que se viene.
El año 2015 bien puede ser un año en donde el equilibrio dependa de las decisiones de un siempre errático BCE y si ese es el caso bien podremos tener mini-rallies del Vix.