A una semana de que Donald Trump asuma la presidencia como el 47.º mandatario de EE. UU., el gobierno de Biden ha endurecido las restricciones a la exportación global de chips avanzados de IA y GPU. La medida ha sido recibida con escepticismo en el sector de los semiconductores, y un portavoz de Nvidia (NASDAQ:NVDA) la describió como "sin precedentes y equivocada".
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Dicha medida causó igualmente cierta preocupación relacionada con el rendimiento de los valores del ámbito de la IA. Si bien es improbable que la administración Trump derogue por completo el extenso marco de restricciones de 200 páginas, el margen para negociar el acceso a la potencia de cómputo avanzada sigue siendo amplio. Esto encajaría con su estrategia de aranceles y su implementación progresiva.
La recién anunciada iniciativa de infraestructura en IA, Stargate, valorada en hasta 500.000 millones de dólares en cuatro años, deja claro que Trump busca recentrar las tecnologías avanzadas de China hacia EE. UU.
"China es un competidor, al igual que otros. Queremos que esta tecnología esté aquí, y la estamos poniendo a disposición. Voy a brindar un gran apoyo mediante declaraciones de emergencia, porque esto es una urgencia: necesitamos construir esta infraestructura. Para ello, se requiere una gran producción de electricidad, y facilitaremos que la obtengan, incluso en sus propias plantas si así lo desean".
El presidente Donald Trump en rueda de prensa
Esto no hace sino confirmar que la IA no es una burbuja, sino el resultado de un esfuerzo institucional concertado para consolidarla. En la presentación de la iniciativa Stargate, el presidente Trump compartió el escenario con figuras clave del sector: Larry Ellison, fundador de Oracle (NYSE:ORCL) y magnate de los medios al frente de Paramount Global; Masayoshi Son, consejero delegado de SoftBank (TYO:9984); y Sam Altman, consejero delegado de OpenAI.
Este respaldo es una señal positiva tanto para las empresas energéticas que impulsan la infraestructura de IA como para las compañías del propio sector. Pero, ¿cuáles serán las más beneficiadas?
Advanced Micro Devices
Advanced Micro Devices Inc. (NASDAQ:AMD), rival histórico de Nvidia e Intel (NASDAQ:INTC), destacó el año pasado con su serie X3D de CPU. Su innovador diseño de caché apilada triplica la capa de caché L3 disponible, lo que mejora el rendimiento y reduce la latencia.
El momento no podría ser más oportuno, dado que Intel ha enfrentado problemas de inestabilidad con sus CPU de 13.ª y 14.ª generación. Aún está por verse cómo impactará esto en la cuota de mercado de AMD en los próximos ciclos de actualización. Entretanto, uno de los mayores fabricantes de PC, Dell (NYSE:DELL), ya ha anunciado una nueva línea de portátiles, ordenadores de sobremesa y estaciones de trabajo equipados con Ryzen AI Pro a principios de enero.
Frente a la serie RTX 50 de Nvidia, la línea de GPU RDNA 4 de AMD genera gran expectativa, con un lanzamiento rumoreado para marzo.
Si bien las GPU más avanzadas de Nvidia dominan en rendimiento, la arquitectura de AMD, basada en un nodo de proceso de 4 nm y equipada con aceleradores de IA de última generación, apunta a ser una opción atractiva por su menor consumo energético y precio más competitivo.
AMD también ofrece soluciones de alto nivel para centros de datos, con sus CPU EPYC y los aceleradores Instinct MI325X. En su último informe de resultados del tercer trimestre de 2024, la compañía registró un crecimiento interanual del 122% en ingresos por este segmento, alcanzando los 3.500 millones de dólares.
En definitiva, para quienes aún no tienen exposición a Nvidia (NASDAQ:NVDA), AMD se presenta como una opción sólida en computación, abarcando todos los segmentos clave. Según las previsiones del Wall Street Journal, la acción muestra un potencial de revalorización significativo, con un precio objetivo medio de 171,92 dólares frente a los 123,74 dólares actuales.
ETF de semiconductores VanEck
Los inversores que busquen una exposición diversificada a diseñadores de semiconductores, fabricantes y soluciones para centros de datos en la nube pueden encontrar atractivo el fondo cotizado en bolsa (ETF) de VanEck. El VanEck Semiconductor ETF (NASDAQ:SMH) ha ganado un 8,34% en lo que va del año y acumula una revalorización del 40% en los últimos doce meses.
Dado que gran parte de este rendimiento se logró antes del auge de la IA y que las inversiones en infraestructura apenas comienzan a acelerarse, el ETF SMH de VanEck se perfila como una de las exposiciones más seguras a la narrativa de la inteligencia artificial.
El fondo está compuesto por 10 valores clave, con Nvidia representando un 19,52% de su cartera, junto con Taiwan Semiconductor Manufacturing (NYSE:TSM), ASML (AS:ASML), Broadcom (NASDAQ:AVGO), AMD, Qualcomm (NASDAQ:QCOM), Texas Instruments (NASDAQ:TXN), Applied Materials (NASDAQ:AMAT), Analog Devices (NASDAQ:ADI) y Lam Research (NASDAQ:LRCX).
Uranium Energy Corp.
Así como el sector de los semiconductores se ha convertido en un referente para la IA, la energía nuclear empieza a ocupar un papel similar. El pasado jueves, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó un informe titulado The Path to a New Era for Nuclear Energy (El camino hacia una nueva era para la energía nuclear), en el que señala que la demanda mundial de electricidad se multiplicará por seis en la próxima década, impulsada en gran medida por la expansión de los vehículos eléctricos y los centros de datos.
"Hoy está claro que la fuerte recuperación de la energía nuclear que la AIE predijo hace varios años está en marcha, y que la energía nuclear generará un nivel récord de electricidad en 2025".
Fatih Birol, director de la AIE
Con sede en EE. UU., Uranium Energy Corp (NYSE:UEC) se dedica a la exploración y desarrollo de proyectos de extracción de uranio, fundamentales para que las centrales nucleares operen como una de las fuentes de energía más rentables. En su presentación de enero a los inversores, la empresa destacó una capacidad de producción anual de 5.500 toneladas de uranio, la mayor del país.
En línea con las previsiones de la AIE, Uranium Energy estima que la demanda global de energía nuclear se triplicará para 2050, un proceso que podría acelerarse bajo la administración Trump si se reducen las trabas burocráticas.
Como principal proveedor de uranio en EE. UU., Uranium Energy ha reforzado su posición ante el crecimiento previsto de la demanda, acumulando más de 1.000 millones de dólares en adquisiciones. Su última expansión tuvo lugar el pasado miércoles, cuando adquirió acciones de la canadiense Anfield Energy (TSX: AEC) por 10,46 millones de dólares, elevando su participación al 17,8% del total de acciones en circulación de la compañía.
El precio actual de las acciones de UEC es de 7,9 dólares, por lo que su revalorización es significativa. El precio objetivo medio estimado por The Wall Street Journal sitúa la acción en 10,60 dólares, con la previsión más baja en 10 dólares por título. Esto sugiere que el potencial del sector nuclear y del uranio aún no se ha reflejado por completo en su valoración.
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