- Descubra las estrategias de inversores legendarios como Warren Buffett, Benjamin Graham y Peter Lynch que han resistido el paso del tiempo.
- Aprenda cómo sus enfoques únicos de la inversión en valor, la diversificación y la paciencia han proporcionado rentabilidades extraordinarias.
- Desde la ganancia del 6,000,000% de Buffett hasta la rentabilidad anual del 66% de Simons, estas cifras le dejarán inspirado y asombrado.
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En el mundo de las inversiones, algunas figuras destacan como leyendas: titanes que han logrado lo que la mayoría sólo puede soñar.
Echemos un vistazo más de cerca a algunos de los grandes inversionistas de la historia y sus enfoques únicos, salpicados de números que pueden deslumbrarle o dejarle atónito.
1. Warren Buffett: El Oráculo de Omaha
Warren Buffett, a menudo llamado el Oráculo de Omaha», es considerado el Mozart de la inversión. A través de su holding, Berkshire Hathaway (NYSE:BRKa), ha obtenido resultados con los que pocos pueden rivalizar.
Desde que compró la empresa en 1965, el valor de sus acciones se ha disparado más de un 6,000,000%, eclipsando la ganancia del 20,000% del S&P 500 en el mismo periodo.
La estrategia de Buffett es sencilla: encontrar empresas infravaloradas, reconocer su potencial y esperar pacientemente a que el mercado se ponga al día. Evita perseguir tendencias y se mantiene alejado de sectores que no comprende del todo.
Por ejemplo, no toca las criptomonedas, por muy de moda que estén. ¿Su mensaje principal? La paciencia vale la pena, y saber adónde va tu dinero evitará que te conviertas en el chiste de la familia en las cenas navideñas.
2. Benjamin Graham: El padre de la inversión en valor
Si Buffett es el Mozart de la inversión, Benjamin Graham es su Yoda. Graham fue pionero de la inversión en valor y autor de «El inversor inteligente», una lectura obligada para los aspirantes a inversionistas.
¿Su enfoque? Analizar a fondo los balances y buscar un margen de seguridad del 50% entre el valor de mercado de una acción y su valor intrínseco.
Se centraba en comprar a bajo precio para evitar noches de insomnio y creía que una disciplina estricta protege a los inversionistas de la especulación temeraria. ¿La lección de Graham? Usa tu cerebro tanto como tu cartera: invertir es una ciencia, no una apuesta.
3. Peter Lynch: Invertir en lo que ya conoces
Peter Lynch, el genio detrás del fondo Magellan de Fidelity, es conocido por abogar por «invertir en lo que se conoce». Entre 1977 y 1990, el fondo de Lynch obtuvo una rentabilidad anual compuesta del 29%, lo que hizo muy felices a sus inversionistas.
La filosofía de Lynch era sencilla: si se compran cereales Kellogg (NYSE:K)'s todos los días, ¿por qué no comprar las acciones? Veía oportunidades en las cosas que le rodeaban e invertía en cientos de valores, fomentando una diversificación inteligente.
¿Su consejo? Haz los deberes, como esos amigos que leen todas las reseñas de TripAdvisor antes de elegir un restaurante. El precio de una acción acabará siguiendo sus ganancias.
4. Jim Simons: El mago de los números
Jim Simons, fundador de Renaissance Technologies, se ganó su lugar entre las leyendas de la inversión aplicando modelos matemáticos y cuantitativos al mercado. Su fondo Medallion, con una asombrosa rentabilidad anual del 66% entre 1988 y 2018, es casi mítico.
Simons nos demuestra que la tecnología y la innovación son herramientas poderosas para invertir. ¿Y si no entiendes algo? Siempre hay un genio cerca que te lo puede explicar.
Conclusión
Los mejores inversionistas del mundo no sólo dominaron las finanzas; cultivaron la paciencia, la disciplina, el conocimiento y la innovación. De Buffett a Graham, de Lynch a Simons, sus historias ofrecen lecciones que van más allá de la inversión. El éxito, en muchos sentidos, refleja el crecimiento personal y la capacidad de ver oportunidades donde otros no las ven, y de evitar cometer errores tontos por el camino.
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Descargo de responsabilidad: Este artículo se ha redactado únicamente con fines informativos; no constituye una solicitud, oferta, consejo, asesoramiento o recomendación para invertir y, por tanto, no pretende incentivar la compra de activos en modo alguno. Me gustaría recordarle que cualquier tipo de activo, se evalúa desde múltiples perspectivas y es altamente arriesgado y por lo tanto, cualquier decisión de inversión y el riesgo asociado sigue siendo con el inversionista.