- Por lo que respecta al S&P 500, el próximo soporte a corto plazo se sitúa en el área de los 1900 puntos
- Los bancos también han caído tras completa un máximo más bajo en julio
- Se espera un rebote en el sector industrial del índice S&P 500
Si 2014 ya había sido hasta ahora un año complicado en general para los traders de renta variable, las idas y venidas con escasa volatilidad en el mes de julio han incrementado un poco más aún el nivel de dificultad.
A lo largo de todo el mes de julio he venido reiterando mis ideas sobre el punto en el que estamos en un mercado alcista cíclico (muy cerca del tope) y he destacado numerosas señales como el aumento de la autocomplacencia alcista por parte de los inversores.
Como se suele decir, los momentos difíciles definen a las personas. Del mismo modo, los mercados difíciles definen a los traders. Aprendemos más de nuestros errores que de nuestros aciertos y a la vista de la multitud de movimientos en falso y rupturas del mes pasado, los traders que estén más atentos habrán aprendido mucho.
Este mes de julio también nos ha recordado que la rentabilidad de las carteras de trading no es lineal y que la mayor parte del retorno anual se obtiene en unos pocos meses, mientras que el resto de meses son todo un ejercicio defensivo.
El viernes pasado, el movimiento del precio de la renta variable de EE.UU. consistió en un clásico movimiento sin riesgo: como pueden comprobar, vimos debilidad en el sector financiero, los bonos del tesoro repuntaron y los bienes de consumo discrecional y las acciones del sector energético se debilitaron.
El pasado jueves, antes de comenzar a operar, señalé el patrón de cuña que se estaba estrechando cada vez más en el S&P 500, y que acabó resolviéndose a la baja a última hora de la sesión.
En el gráfico semanal, el índice lleva apuntando a una divergencia negativa entre sus osciladores de impulso y el precio desde principios de junio, cuando el impulso llegó a su máximo, pero el precio siguió subiendo.
La semana pasada, el índice dibujó su gráfico con una barra roja muy fea, como no habíamos visto desde el mes de abril; y anteriormente, en enero. El soporte a corto plazo se sitúa en torno a la zona de los 1.900-1.910 puntos.
¿Han tocado techo las acciones? No lo sabremos seguro hasta que se marque un nuevo máximo más bajo, pero teniendo en cuenta el debilitamiento de las señales en general, prefiero centrarme en vender/ponerme corto en las subidas.
Como vemos en el Índice Bancario KBW de la semana pasada, los bancos también han caído tras marcar un máximo más bajo a principios de julio. El índice cerró la semana justo en su tendencia alcista de 2011 y en la media móvil de 200 sesiones.
Una ruptura sostenida a la baja daría muchas pistas sobre la dirección a medio plazo en las acciones en general.
El sector industrial del S&P 500, representado por el ETF del Sector Industrial SPDR (ARCA:XLI), golpeó claramente la semana pasada su tendencia alcista de 2012 y tocó también su media móvil de 200 sesiones por primera vez desde 2012.
A corto plazo, espero un rebote en este sector, así como en el mercado en general. Pero también espero que el rebote lleve a un máximo más bajo importante que supondrá una buena entrada para ponerse cortos en el mercado en general, por sectores, grupos o acciones individuales.