Venezuela sucumbe ante la desesperación de un Presidente ya fuera de sí y acorralado por la situación social y económica. Maduro ordenó tomar empresas inactivas, proclamando el estado de excepción y emergencia económica por 3 meses con el objeto de proteger al pueblo.
Este decreto se lleva por delante la Constitución y le da poderes especiales para suspender el orden constitucional. El proceso de diálogo nacional en Venezuela va rumbo al fracaso total luego que Maduro criticara un encuentro que mantuvo la comisión de expresidentes, la MUD (Mesa de la Unidad Democrática) y la AN (Asamblea Nacional, liderada por Henry Ramos Allup).
Luego de ese encuentro la AN solicitó en la OEA (Organización de los Estados Americanos) la activación de la carta democrática, dando lugar a una durísima declaración del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, que expresó:
"Negar la consulta al pueblo, negarle la posibilidad de decidir, te transforma en un dictadorzuelo más, como los tantos que ha tenido el continente. Que nadie cometa el desatino de dar un golpe de Estado en tu contra, pero tú tampoco lo des. Es tu deber. Tú tienes un imperativo de decencia pública de hacer el referéndum revocatorio en este 2016, porque cuando la política está polarizada la decisión debe volver al pueblo, eso es lo que tu Constitución dice", hablándole al pueblo venezolano.
Hace una semana que la oposición, seguida por más del 68% de la ciudadanía que no comulga con el actual gobierno, sale a las calles instando a los venezolanos a juntar firmas para un revocatorio presidencial, siendo reprimidos brutalmente por el ejército bolivariano.
¿Referéndum? Maduro está dispuesto a todo
Maduro cae estrepitosamente y él lo sabe, por eso está utilizando todos los métodos posibles que restrinjan las garantías constitucionales.
Para poder activar el revocatorio contra Maduro son necesarias 197.978 firmas. La MUD logró juntar 2,5 millones de firmas que entregó al CNE (Consejo Nacional Electoral).
La auditoría de esas firmas concluye el 2 de junio, y si se aprueba, el CNE tiene que validar 200 mil firmas (el 1% exigido). A su vez, la MUD tiene que reunir un 20%, menos de 4 millones de firmas para convocar al referéndum.
Esas casi 4 millones de firmas deben ser revisadas y validadas por el CNE en 15 días y para revocarlo se necesita que el "Sí" supere los votos que obtuvo cuando fue elegido en 2013: 7.587.532 de votos.
¿Porqué Maduro no quiere el referéndum este año? Los períodos presidenciales en Venezuela duran 6 años, venciendo el 10 de enero cada mandato.
Si se realiza este año y en caso de que la mayoría del país decida la revocación de Maduro, se convocaría a una elección nacional para iniciar un nuevo período de gobierno y este año podrían revocar tanto al presidente Nicolás Maduro como a todo su gobierno.
Las autoridades electorales cuentan el inicio de la presidencia de Maduro a partir del 10 de enero de 2013, día en que debía asumir Hugo Chávez, por eso la oposición busca que el referéndum se realice este año, pues de hacerse en 2017 (menos de dos años antes del fin del mandato), no hay elecciones sino que lo reemplaza su vicepresidente, nombrado por Maduro, Aristóbulo Iztúriz, quedando el gobierno como hasta ahora en manos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Maduro puede hacer una jugada para retrasar el revocatorio, para que se haga el año que viene y poner en funciones al vicepresidente que le convenga, por ejemplo a su esposa, a su hijo, o a cualquiera que le convenga para perpetuarse en el poder.
Con toda esta ebullición, ¿hay riesgo de un estallido social?. En una entrevista al Diario El País, Capriles, principal opositor al gobierno, expresó:
“Hay una Fuerza Armada dividida. Una, la de la tropa, los soldados, que sufren las consecuencias de la crisis. Luego hay una cúpula corrupta, privilegiada, que pareciera que vive en otro país, que está comprometida con la corrupción del Gobierno. La cúpula está comprometida con Maduro y harán lo que sea para conservarlo. A las Fuerzas Armadas les viene la hora decisiva: decidir si están con la Constitución o con Maduro, que está cada vez más alejado de ella.”
Con una inflación prevista por el FMI del 700% para este año, con el precio del crudo a una tercera parte de lo que estaba hace dos años, disturbios, escasez de insumos básicos como el agua natural, sin energía y con muertes producto de falta de medicamentos y de alimentos, Venezuela se encuentra ante un dilema.
Si además le sumamos a los anuncios por parte del Gral Vladimir Padrino, ministro del Ejército, en los que confirma maniobras militares para defenderse de “las amenazas que buscan quebrantar la revolución bolivariana”, solo hay dos escenarios: una rebelión pública o un golpe militar, y nadie quiere un Caracazo de 1989. Pero Maduro está dispuesto a todo.