La libra sigue muy pendiente de todo lo que tenga que ver con las negociaciones sobre el Brexit en el corto plazo. Tras varios intentos fallidos entre el ministro británico para el Brexit, Davis, y el negociador de la Unión Europea (UE), Barnier, la primera ministra May tomó la decisión de intervenir reuniéndose con Juncker, lo que dio un soplo de aire fresco al proceso.
Los principales problemas entre ambas partes son, ante todo, las cuestiones financieras, con la UE pidiendo una mayor cantidad de dinero como concepto de deuda que el Reino Unido tiene con ésta, a lo que Davis en reiteradas ocasiones ha puesto pegas por el importe reclamado.
En cuanto a la libra, ha sufrido y mucho frente a su homólogo estadounidense, enviando al par GBP/USD a niveles mínimos de 1,3038 vistos este mismo mes, desde donde ha ido rebotando hasta situarse cerca de 1,3200.
Tras la fuerte caída de los últimos días, vemos que en los niveles de fibonacci en el gráfico de una hora la corrección puede llegar al 61,8% del retroceso en los próximos días. Esta subida nos permitiría tomar posiciones de venta más altas, cerca del nivel 1,3220.
Más arriba de estos niveles nos encontramos con una fuerte resistencia en 1,3310, en donde se ha formado un techo con dos máximos tocados en el último mes, que si lo superara podría retomar un rally alcista hasta 1,3650, el nivel desde donde comenzó la fuerte caída de los últimos meses.
Con una perspectiva más a largo plazo, vemos como en el gráfico diario el par está dentro de un canal alcista formado desde febrero de 2016, en un rango comprendido entre un mínimo en 1,2000 y un máximo en 1,3650. La ruptura de este canal nos podría dar una idea de cuál será el movimiento del par a largo plazo.
En cualquier caso, la libra aún tiene muchas cuestiones importantes por delante con las que lidiar, todo dependerá de cuáles sean los términos para la salida del Brexit y de las políticas monetarias que el Banco de Inglaterra (BoE) vaya implantando a lo largo de los meses.