Las tensiones geopolíticas que se han vivido la semana pasada en el Golfo Pérsico han llevado a marcar records a la deuda pública europea. Especialmente atractiva se ha convertido la deuda pública española que tras relajar Bruselas el control sobre su déficit, la tasa de su deuda a 10 años se ha situado por debajo del 0,50% por primera vez en su historia. Por otro lado los mercados de renta variable se vieron perjudicados por estas tensiones geopolíticas y los decepcionantes datos macros de China, y las bolsas internacionales finalizaron la semana en negativo. Aun así la semana se saldó con medio punto en positivo en Wall Street y sin perdidas en el EuroStoxx 50 con un ligero avance del 0,03%.
Este interés por los activos de deuda pública europea que se redobla semana tras semana, sin que las bolsas retrocedan significativamente, indica que los inversores esperan ver todavía tasas más bajas en los próximos meses y medidas aún más dovish del BCE. Curiosamente y en el caso de la deuda española ésta mayor demanda coincide con el record de endeudamiento de las administraciones Públicas nacionales, que en marzo se situó en el 98,7% del PIB. Situación que se antoja ciertamente contradictoria si no fuese por el soporte que el BCE está dando al endeudamiento de los países con sus programas de compra de activos y consecuentemente monetización de la deuda pública. Las amenazas proteccionistas y los crecimientos débiles están arrastrando a los bancos centrales a políticas monetarias expansivas que amenazan con permanecer eternamente entre nosotros. Indirectamente suponen una solución al excesivo endeudamiento de los países, pero esos sí, mientras la inflación continúe bajo control.
Este panorama lleva a pensar que todavía no ha llegado el final del recorrido de revalorización que la deuda ha emprendido este año y que podemos ver tasas aún más bajas. Este es el pronóstico del mercado vistos los flujos de capital hacía la renta fija en los últimos meses.
La semana en la que entramos los mercados se mantendrán atentos a la reunión de tipos de la Fed y al mensaje de la comparecencia posterior de su presidente. El mantenimiento de la posibilidad de reducir los tipos en el futuro en su mensaje va a ser determinante para que los mercados de renta variable aguanten en los niveles actuales. Poco más determinante esta semana ya que la vista está puesta en la reunión del G20 en Japón del próximo 28 y 29 de junio en el que se espera un acercamiento en las negociaciones entre EE.UU. y China. Este evento puede marcar el devenir de los mercados en la segunda mitad del año.