El incremento a nivel mundial de los nuevos casos de Covid-19, las renacidas tensiones diplomáticas entre EE.UU. y China y la posibilidad de que no haya acuerdo entre las partes para un brexit “controlado” lastraron AYER el comportamiento de las bolsas europeas, cuyos principales índices cerraron la sesión con descensos que rondaron en la mayoría de los casos el 1%. En primer lugar, debemos destacar que los rebrotes del coronavirus de origen chino ya no sólo afectan a EE.UU., sino que se están dando con cierta intensidad en Japón, especialmente en Tokio, en los estados del este de Australia, los más poblados, y en algunos países europeos, especialmente en España, donde varias comunidades (Cataluña, Aragón, Navarra y País Vasco), han visto un aumento de casos relevante en los últimos días, que han llevado a las autoridades locales a dar marcha atrás en algunas de las medidas de reapertura de la actividad adoptadas desde el final del estado de alarma. Es por todo ello que ya nadie duda de que los mencionados rebrotes van a tener un impacto en la incipiente recuperación económica, cuyo ritmo se va a ralentizar, al menos en el corto plazo.
Además, y para empañar más el complejo escenario al que se enfrentan los mercados de valores occidentales, las tensiones diplomáticas entre EE.UU. y China siguen creciendo y, mucho nos tememos, lo van a seguir haciendo a medida que se acerquen las elecciones presidenciales estadounidenses, que se celebran en noviembre, ya que los dos candidatos, el presidente Trump y la apuesta demócrata, el exvicepresidente Biden, ven en el enfrentamiento con China un caladero de votos. AYER mismo se supo que EE.UU. había ordenado a China cerrar su consulado en Houston (Texas), en una decisión que parece relacionada con la detención el día anterior de dos hackers acusados de robar propiedad intelectual a empresas estadounidenses. China ha amenazado con represalias, que entendemos se limitarán por el momento a la expulsión del país de algunas personas de la delegación diplomática estadounidense. Lo cierto es que la gestión de la pandemia por parte de China y su decisión unilateral de imponer una nueva ley de seguridad en Hong Kong, saltándose los acuerdos firmados en su día con el Reino Unido, todavía colean y están generando mucha tensión entre el país asiático y las principales potencias occidentales, algo que siempre afecta al comportamiento de los mercados.
Por último, cabe destacar, y este es un tema que ha venido pasando algo desapercibido como consecuencia de la pandemia, que AYER varios medios de comunicación británicos hablaron de la posibilidad de que no se alcance un acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) y que se produzca un brexit “no ordenado”, que fuerce a las partes a adoptar los términos establecidos por la Organización Mundial de Comercio (WTO) en materia comercial, algo que sería muy perjudicial para la economía británica y también, aunque en menor medida, para la europea continental. Si ya de por sí este escenario es negativo, el momento en el que se produce, con toda la región atravesando una profunda crisis económica como consecuencia de la pandemia, es el menos indicado. Los inversores, que habían venido obviando este tema durante meses, AYER se encontraron de bruces con el mismo, lo que suscitó bastante preocupación entre ellos.
En Wall Street tanto la falta de control de la pandemia como las tensiones entre EE.UU. y China pesaron al inicio de la sesión, aunque la noticia de que el Gobierno estadounidense había hecho un pedido por importe de unos 2.000 millones de dólares a Pfizer (NYSE:PFE) y a su socio alemán BioNTech para asegurarse 100 millones de dosis de las vacunas contra el coronavirus de origen chino que están desarrollando hizo que los inversores se “olvidaran” de los factores de riesgo mencionados, y volvieran a apostar claramente por la renta variable, lo que propició que los principales índices bursátiles de este mercado se giraran al alza, cerrando todos ellos con ganancias. Cabe recordar que tanto el Nasdaq Composite (+19,3%) como el S&P 500 (+1,4%) están ya en positivo en el año, mientras que los principales índices europeos, con excepción del Dax alemán (-1,1%), siguen lejos de lograrlo.
HOY esperamos que el buen comportamiento de Wall Street durante la segunda parte de su sesión de AYER facilite la apertura ligeramente al alza de las bolsas europeas en una jornada en la que tanto la agenda macro como la empresarial centrarán la atención de los inversores. Así, en la primera destaca la publicación del índice de confianza de los consumidores en Alemania, lectura anticipada del mes de agosto, así como la lectura preliminar de julio del mismo indicador para la Zona Euro. En EEUU, y ya por la tarde, la cifra más relevante para los inversores es la de las nuevas peticiones de subsidios de desempleo, correspondiente a la semana pasada. Esta cifra semanal, utilizada como proxy de la evolución del desempleo semanal en el país, lleva unas 17 semanas descendiendo de forma consecutiva desde el nivel máximo alcanzado al comienzo del confinamiento en el país. No obstante, el repunte de casos de Covid-19 en gran parte de EEUU podría romper esta racha, lo que no sería bien recibido por los mercados, ya que confirmaría el peor temor de los inversores: que la recuperación económica se esté viendo ya afectada por los rebrotes del virus en gran parte del país.
En la agenda empresarial, por otra parte, cabe resaltar el gran número de compañías que dan HOY a conocer sus cifras trimestrales, destacando en la bolsa española a Bankinter (MC:BKT) y a Repsol (MC:REP), ambos integrantes del Ibex-35. De momento el hecho de que los analistas hayan puesto el listón muy bajo está permitiendo a muchas compañías superar las estimaciones del consenso con cierta holgura, aunque sus gestores siguen mostrando muchas dudas e incertidumbres sobre el devenir futuro de sus negocios, sobre todo cuando la actividad de sus empresas está directamente relacionada con el ciclo económico.