¡Qué desperdicio resultó ser la jornada de ayer en las bolsas europeas! Me explico: es una lástima que el mejor día al alza del sector bancario desde abril del año pasado no haya coincidido con una jornada, simplemente, neutra en los demás sectores; y es que, a excepción del Ibex 35, el resto de índices tuvo un comportamiento negativo en general, evidenciando que tampoco es que haya mucho dinero fresco y que cualquier síntoma de fortaleza del euro resta empuje a las bolsas.
En efecto, la buena noticia de la rebaja de la morosidad en la banca italiana actuó de catalizador para el índice sectorial bancario europeo. El problema es que éste, ahora, se encuentra ya en la tremenda resistencia que supone el techo del rango lateral que dura desde abril; y recordemos que las tres veces anteriores en que el precio atacó esa barrera derivó en búsqueda de la base del rango.
Esto puede suponer un freno a corto plazo para Europa, si bien es cierto que hasta ahora los índices se venían defendiendo en lateral-alcista sin el concurso en positivo de la banca. Por otro lado, si el sectorial fuera capaz de romper la resistencia mencionada sí podríamos pensar en un rally importante en Europa.
En otra línea de pensamiento, es destacable la noticia conocida ayer de que China está desacelerando su programa de compras de deuda estadounidense, en tanto que Bill Gross advierte de un próximo estallido de, precisamente, la burbuja de la deuda.
Hace tiempo que, a mí al menos, éste me parecía el próximo evento que diera lugar a movimientos convulsos a nivel mundial. Pero eso es anticipar mucho una jugada que, de momento, parece estar en laboratorio aún.