Análisis escrito el 06/01/20
La semana comenzará HOY en los mercados financieros internacionales como acabó el pasado viernes, con los inversores “huyendo del riesgo” como consecuencia del incremento de la tensión geopolítica en Oriente Medio. Así, y durante todo el fin de semana EE.UU. e Irán han venido amenazándose mutuamente de potenciales actos de represalia, actos que es muy factible que se produzcan, aunque entendemos que el impacto en los mercados dependerá de su “escala”. Además, el parlamento iraquí, de mayoría chiita y, posiblemente presionado por Irán, votó este fin de semana a favor de la marcha del país de las fuerzas de la coalición internacional presentes en el mismo -su misión ha sido la de combatir al Estado Islámico, organización terrorista sunita-, algo que ahora tiene que ratificar el Gobierno iraquí y contra lo que ya se han manifestado tanto el gobierno estadounidense como los gobiernos de las principales potencias europeas: Alemania, Francia y el Reino Unido.
Además, Irán dijo AYER que no cumplirá con su compromiso de limitar el enriquecimiento de uranio, algo que estaba recogido en el pacto nuclear firmado en 2015, pacto que fue abandonado por EE.UU. hace un par de años. Las potencias europeas firmantes del mismo, Alemania, Francia y Reino Unido, de llevar adelante Irán su amenaza, podrían reimponer sanciones económicas al país asiático de acuerdo con un mecanismo por incumplimiento establecido en el mencionado pacto.
Oriente Medio se ha convertido en una “auténtica caldera a presión”, lo que desde el viernes está provocando un giro significativo en la composición de las carteras de muchos inversores, que están reduciendo sus posiciones de riesgo, básicamente en renta variable, especialmente en los valores de corte más cíclico, mientras incrementan las defensivas, comprando bonos y activos refugios como el oro o el yen. Por su parte, el precio del crudo sigue subiendo, como suele ser habitual cuando se incrementa la tensión en la región, habiéndose situado ya a su nivel más alto en siete meses. El principal temor de los inversores es precisamente éste: que el precio del petróleo siga subiendo, amenazando de esta forma el ya reducido crecimiento económico global. Europa, que es una región netamente importadora de crudo, y los países en vías de desarrollo (emergentes) no productores serían los más perjudicados en el caso de que el precio del petróleo siga al alza. Por tanto, las renovadas tensiones en Oriente Medio seguirán penalizando el comportamiento de los mercados financieros europeos y estadounidenses, al menos hasta que la situación se calme o se estabilice.
Pero esta semana ofrece, además, otras referencias para los inversores, sobre todo en el ámbito macroeconómico, con una agenda macro bastante intensa. Así, y centrándonos en los indicadores más relevantes, destacar que HOY se publican en Europa y en EE.UU. las lecturas finales de diciembre de los índices adelantados de actividad de los sectores de los servicios, los PMIs servicios, indicadores mucho más relevantes para estas economías que sus homólogos de las manufacturas, ya que el peso de los servicios relativo en las economías desarrolladas es muy superior al de la industria en su conjunto. Es por ello que será importante comprobar cómo se han comportado estos indicadores el pasado mes ya que, por ahora, el sector servicios está siendo el sostén del crecimiento económico en estas regiones. Cualquier síntoma de una mayor debilidad de la esperada del mismo será mal acogido por los inversores. Además, el viernes, y en EE.UU., se darán a conocer los datos de empleo no agrícola del mes de diciembre, datos que deberán ratificar que esta economía sigue generando puestos de trabaja a buen ritmo. Igualmente, cualquier síntoma de que esta capacidad de creación de empleo se está ralentizando tendrá un impacto negativo en los mercados.
Para empezar, y como ya hemos adelantando, esperamos que el conflicto en Oriente Medio pese HOY de forma negativa en la apertura de las bolsas europeas, en las que únicamente los valores relacionados directamente con el crudo, concretamente las petroleras, evitarán las caídas. También esperamos un mejor comportamiento relativo de los valores de corte defensivo, que ofrecen elevadas rentabilidades por dividendo, que deberían verse favorecidos por el incremento del precio de los bonos y la consiguiente reducción de sus rentabilidades, ya que compiten directamente con estos últimos activos por el favor de los inversores.