Fortísimas caídas de las bolsas europeas en estos momentos, que no dejan de ser sorprendentes.
La apertura apuntaba a ser moderadamente positiva, fruto del buen cierre de Wall Street en el día de ayer. El S&P 500 subió un 0,46%, mientras que el Nasdaq perdió cuatro centésimas al cierre, lastrado por el mal comportamiento del sector biofarmacéutico, tras unos comentarios de Hillary Clinton en los que apuntaba a la regulación del precio de ciertos medicamentos. Por el contrario, Apple (NASDAQ:AAPL) tuvo una buena sesión.
Así que todo apuntaba a que los índices se seguirían recuperan de los extraños desplomes que tuvieron lugar el pasado viernes, tras la decisión de la Reserva Federal (Fed) de no subir los tipos de interés.
La Bolsa de Shanghái cada vez más desconectada de las occidentales, también apoyaba las subidas, pues al cierre se anotaba cerca de un punto porcentual.
Sin embargo, desde media hora antes de que abrieran las plazas bursátiles, los futuros sobre los índices europeos comenzaban a perder puntos. Los descensos se acentuaban ya con los parqués abiertos, y se han ido acelerando a medida que ha transcurrido la mañana, hasta el punto de perder los mínimos que se registraron ayer.
No existe una explicación única ni demasiado sencilla. Las cuestiones corporativas parecen ser las causantes principales de estas caídas, y han extendido el nerviosismo por los inversores.
El sector de recursos básicos es uno de los más bajistas, tras una revisión a la baja de los beneficios de una empresa del sector, y el descenso del precio de los metales en los mercados de futuros.
Las automovilísticas, por su parte, siguen muy presionadas por lo que está sucediendo con Volkswagen (XETRA:VOWG_p) desde el día de ayer. La desconfianza con la empresa alemana se está extendiendo hacia otros fabricantes, y algunos países están anunciando investigaciones a coches de otras marcas.
El fortísimo aumento de la volatilidad y del sesgo bajista desde el viernes pasado sigue siendo algo misterioso. Parece claro que existen pautas estacionales originadas tras el vencimiento de derivados de la semana pasada que están teniendo mucho que ver con lo que está sucediendo. Estadísticamente, las dos semanas posteriores al vencimiento de derivados del tercer trimestre se encuentran entre las más bajistas del año.
Así pues, el balance total desde que la Fed mantuviera los tipos el jueves pasado, y descendieran las posibilidades de que éstos se suban este año, es de caídas de más del 4% en los índices europeos.
Con noticias corporativas negativas de por medio, y sobre todo, el vencimiento de derivados, las caídas parecen excesivas, y ajenas a otros catalizadores tradicionales, como el comportamiento de los mercados chinos, los datos macroeconómicos, o el movimiento del petróleo o del dólar.
La ruptura técnica de las figuras triangulares que se estaban formando en los principales índices, quebrándose a la baja la directriz que unía una serie de mínimos crecientes desde el 24 de agosto, ha podido tener también cierta influencia.
En otro orden de cosas, tenemos unas declaraciones del primer ministro chino al Wall Street Journal en las que ha reconocido que hay riesgos bajistas en la economía, pero que el crecimiento permanece fuerte en un rango aceptable. Además, ha prometido reformas en los mercados de capitales.
La agenda macro del día no es demasiado destacable.
En divisas, el EUR/USD sigue cayendo tras las fuertes subidas del jueves pasado, y cotiza ya por debajo de 1,12.
En materias primas, tenemos estabilidad en el oro, mientras que el crudo lleva cayendo toda la madrugada.
En resumen: los fuertes descensos de hoy anulan el movimiento de tímida recuperación de ayer, y enlazan con los del pasado viernes para cambiar la tendencia de corto plazo, desde lateral-consolidación a bajista.
Coinciden de esta forma las tendencias de corto y de medio plazo, para crear un contexto muy negativo. Un cierre por debajo de los niveles de cierre del pasado 24 de agosto sería una señal adicionalmente bajista, y en estos momentos, estamos por debajo de esos niveles en índices como el Dax.