En los últimos sondeos realizados en Reino Unido, cada vez está aumentando la intención de voto a favor del Brexit, hasta el punto de que, a día de hoy, están prácticamente igualados los votantes a favor del Brexit (línea verde) y los votantes a favor de que el Reino Unido siga perteneciendo a la Unión Europea (línea morada).
He elaborado un gráfico con la evolución desde octubre de las distintas intenciones de voto según los sondeos publicados, elaborado por Bloomberg. Podemos observar que desde octubre la igualdad ha sido absoluta y rara vez nos hemos encontrado con que una opción supere el 50%. Igualmente el porcentaje de indecisos (línea roja) siempre ha oscilado entre el 10% y 25%. De ahí que hace unos días en nuestras claves apostásemos a que la publicación de encuestas con mayoría de votos a favor del Brexit tenía por objeto movilizar a los indecisos a favor de permanecer en la Unión Europea (Remain).
Y hablando de apuestas, en el gráfico he insertado las probabilidades implícitas de que se produzca un evento u otro (Brexit o Bremain). Extraído de Oddchecker, el más popular sitio web del Reino Unido, que compara las probabilidades y las ofertas de los corredores de apuestas principales en todos los deportes y eventos, podemos ver que las casas de las casas de apuestas obtenemos conclusiones mucho más claras.
Aquí no hay indecisos, aquí son particulares que apuestan su dinero a que se produzca un evento u otro. Y estos, desde octubre tienen claro que la probabilidad de que se produzca el Brexit es bastante más baja de lo que muestran los sondeos. La probabilidad del Brexit ha estado entre el 15% y el 30% y la del Bremain entre el 70% y 85%. Son unas probabilidades similares a las que se daban en el referéndum de Escocia.
Días antes del referéndum en Escocia estábamos en una situación similar. Con estos sondeos, consiguieron una participación histórica del 84% y el resultado a favor de permanecer superó al "No" en más de 10 puntos (55.3% frente a 44.7%). A la vista de los sondeos y casas de apuestas, podemos estar ante una situación similar.
Por tanto, poco a poco podemos estar ante el escenario que planteábamos la semana pasada. Puede que termine junio y no se produzca ninguno de los eventos negativos que descontaba el mercado. O incluso puede que si se producen, ya estuviesen totalmente descontados por el mercado.
La semana pasada vimos cómo no hubo acuerdo entre los productores de petróleo y el mercado se lo tomó bien, ya que se estima que la demanda seguirá aumentando. También hemos visto que el mercado reacciona bien a los malos datos de empleo, ya que empezamos a tener claro que la Fed no subirá tipos presionada por las incertidumbres internacionales y por una economía americana no tan fuerte.
Así que, el día 15 (reunión de la Fed) que estaba señalada por los inversores como la siguiente fecha a vigilar, ya no es foco de incertidumbre. Sólo hay un 2% de probabilidad de que suban tipos. Visto esto, tenemos a los mercados "tranquilos" hasta la semana del 23 de junio. Y, tal y como dijimos la semana pasada, da la sensación de que corremos más riesgo estando fuera del mercado que en liquidez esperando recortes.
En el siguiente gráfico vemos la evolución del par GBP/USD en los 30 últimos años. Este año la libra ha tocado mínimos desde 1987. No quiere esto decir que si finalmente se aprueba el Brexit, esté totalmente descontado por el mercado y no pueda perforarse a la baja esta zona de fuerte soporte situada en 1,40 dólares por libra, pero sí tenemos claro que está parcialmente descontado y, sobre todo, que si no hay Brexit, la libra recuperaría terreno frente al dólar.
Históricamente la debilidad de la libra y de la bolsa del Reino Unido es evidente. En el siguiente gráfico comparo ambos activos y vemos que el FTSE 100 parece estar dejando atrás la tendencia bajista. Un repunte de la libra podría llevar a la bolsa de Reino Unido, de nuevo, a la zona de máximos del año pasado.
Si volvemos al estudio de los principales índices y sus resistencias que venimos comentando, podemos ir teniendo claro que la corrección de la semana pasada ha sido una mera recogida de beneficios antes de superar la zona de 350 puntos. En el siguiente gráfico podemos ver que la corrección del Euro Stoxx 600 se ha frenado justo en la zona que en mayo era resistencia (zona de máximos del lateral).
En cuanto al S&P 500 vemos que ayer se produjo el cierre más alto del año, por encima de 2100 puntos. El S&P500 podría entrar ahora en un lateral entre 2.100 y 2.135 puntos (máximos del año pasado).
Y dentro de los índices de Estados Unidos, quiero destacar la evolución del Russell 2000. Es un índice bastante más vinculado a la economía de EE.UU., pues está compuesto de empresas de menor capitalización bursátil. En el gráfico desde 2009 podemos ver que ha dejado atrás la tendencia bajista iniciada el año pasado y está a punto de volver al canal alcista iniciado en 2009. Si el Russell 2000 es capaz de acercarse de nuevo al nivel de 1.200 puntos, sería una señal muy positiva para las bolsas de Estados Unidos y permitiría que el S&P 500 supere máximos históricos.
Trasladando todo esto a las bolsas de forma global, actualizo el gráfico del MSCI World de hace unas semanas. Entonces comenté que estábamos en un "terreno de nadie" y el movimiento de las siguientes semanas determinaría el sentido de la siguiente tendencia de largo plazo.
Si el MSCI World supera la zona de 1.700 puntos, volvería a meterse dentro del canal alcista iniciado en 2009 y si pierde la zona de 1.600 puntos confirmaría que la ruptura del canal bajista del último año ha sido una trampa alcista y la tendencia futura sería bajista. Hoy tenemos al MSCI World, de nuevo, atacando la zona de 1.700 puntos, por lo que si la semana continúa en positivo, podemos culminar el verano con fuertes subidas.