Desde la primera publicación del 5 de julio, hemos tratado de dar píldoras de análisis del contexto macroeconómico a partir de nuestros propios modelos, sin por ello dejar de estar pegados a la coyuntura de los mercados. Aportamos semanalmente información sobre lo que hacen los inversores institucionales que, de una forma u otra, mueven una parte relevante del volumen del mercado y, dadas las fechas en las que nos encontramos, probablemente sea un buen momento para mirar hacia atrás con perspectiva y analizar lo sucedido.
En nuestros análisis incluimos varios datos que, a nuestro juicio, son fundamentales para entender el comportamiento de los inversores institucionales: la variación de la cifra de activos bajo gestión; la composición de su cartera por clase de activos; y los precios en los que se encuentran posicionados.
La variación de los activos bajo gestión la analizamos, de manera agregada, a partir de los flujos netos de efectivo. La correlación entre la cotización del S&P500 y los entradas netas de dinero en la renta variable que publicamos semanalmente ha sido del 96%, lo que demuestra la importancia de esta cuestión.
En relación con el segundo punto, la composición de su cartera por clase de activos, compartimos a continuación la distribución de sus pesos a lo largo del año, donde se observa cómo el peso de la renta variable y materias primas se ha trasladado a renta fija. En el análisis de la semana pasada, comentábamos brevemente las claves del posicionamiento de estos inversores en renta fija, y de cómo habían aprovechado el aplanamiento de la curva de tipos durante el ejercicio para obtener unas cuantiosas plusvalías.
La rentabilidad de esta cartera con rebalanceos mensuales ha generado una rentabilidad del 22,6%, cinco puntos por encima de la obtenida por la media de los ETFs, que el viernes pasado alcanzaba el 17,6% en el año.
Respecto al tercer bloque de información sobre inversores institucionales, los precios en los que se encuentran posicionados, hace referencia a posiciones especulativas distintas de las de su cartera de largo plazo, y suelen dan información útil sobre los niveles de precio en los que se pueden producir cambios relevantes en los activos.
Los siguientes gráficos resumen los precios semanales en los que se han posicionado los inversores institucionales en seis de los activos para los que hacemos seguimiento en estos análisis. En todos ellos, el resultado obtenido ha batido al mercado, tanto por rentabilidad como por el riesgo máximo soportado. Son dignos de mencionar los casos de la Plata y Bitcoin. En el primero de los casos, mientras que la rentabilidad acumulada es negativa en 2021, los inversores institucionales han obtenido un retorno YTD del 23,9%. En la crypto con mayor capitalización del mundo, destaca la efectividad con la que han gestionado sus posiciones, evitando las dos caídas más relevantes del ejercicio.
En nuestra opinión, la información del precio en el que se encuentran los inversores institucionales permite fijar de manera efectiva niveles de stop para posiciones de medio o largo plazo.
Para no perder las buenas costumbres, comentamos a continuación la evolución de los flujos netos, la Fuerza Relativa Tendencial (FRT), y los niveles de los inversores institucionales actualizados para esta semana.
Flujos netos de efectivo
Decíamos en nuestro análisis anterior que la entrada neta de efectivo por ETFs de renta variable había sido superior a los 76.600 millones de dólares, pero que esta cifra tan elevada se debía a rebalanceos de fin de año que se compensarían en parte con los de la semana posterior. Así ha sido. Se han registrado salidas netas de efectivo de 31.200 millones de dólares de esta semana, lo que, de manera agregada, arroja una entrada neta de efectivo de 45.400 millones. Dato muy positivo para la renta variable.
Refinitiv Lipper ha contabilizado entradas netas de 25.400 millones de dólares de fondos de renta variable, y salidas de 374 millones de fondos de renta fija. Datos también muy positivos para la renta variable.
En el seguimiento de la cartera de institucionales, vemos esta semana cómo la ligera infraponderación de la renta variable se ha trasladado fundamentalmente a la parte corta y media de la curva de bonos. En resumen, la distribución de la cartera queda de la siguiente manera: 75,3% en renta variable; 17,3% renta fija; y 7,1% en materias primas.
Seguimiento de la Fuerza Relativa Tendencial
Este indicador ayuda a determinar el estado en que se encuentran los diferentes instrumentos, a partir del análisis de la composición interna de los activos de que se componen. Para ello, se identifican cuatro zonas de tendencia (alcista, lateral-alcista, lateral-bajista y bajista), y se calcula en qué punto se encuentra cada uno de ellos.
A cierre de la sesión del viernes, la cesta de materias primas muestra la FRT más fuerte (+14), seguida por la de los índices de renta variable (+3) que vuelve a zona lateral-alcista. Las cryptos (-9) han mejorado tímidamente en una semana donde se han movido lateralmente, como anticipábamos en análisis anteriores. En caso de que la renta variable continúe escalando posiciones, no sería de extrañar que la FRT de las cryptos pase a zona lateral-alcista. La FRT de los índices de volatilidad continúa en zona neutra.
La cesta de materias primas de alimentación (+25) y energía (+7) son las más fuertes, mientras que metales preciosos (-8) e industriales (0) muestran mayor debilidad, a pesar de la recuperación del oro en las últimas sesiones.
En la renta variable, el índice americano más fuerte por FRT es el S&P 500 (+36), seguido del Nasdaq (+27), que vuelve esta semana a la zona alcista. Por su parte, el Dow Jones de Industriales (+19) ha experimentado una importante recuperación. Entre los europeos, el MIB italiano (+32), que vuelve a la zona alcista, y CAC 40 francés (+14) son los índices más fuertes. Obsérvese cómo, a pesar de las caídas de las últimas semanas, los S&P500 y Nasdaq se han mantenido desde el 2 de julio por encima de cero, mientras los índices europeos, en general, han mostrado mayor debilidad interna.
Actualización de los niveles críticos
Como saben de artículos anteriores, nuestra predisposición es alcista mientras el precio de los distintos activos se encuentre por encima de los niveles en los que se encuentran los inversores institucionales y que se muestran en la tabla siguiente. Los niveles identificados de presión bajista son relevantes a los efectos de anticipar en qué zonas puede incrementarse temporalmente la volatilidad.
Nuestra predisposición sigue siendo alcista en los tres índices americanos sobre los que hacemos seguimiento semanal. La pérdida de 4.703 en el S&P 500 supone riesgo de caídas, al identificarse presiones bajistas en este nivel. En el caso del Dow Jones de Industriales, los minoristas han sido quienes más han aprovechado las caídas de las últimas semanas para abrir posiciones largas. Mantendríamos la predisposición alcista mientras no se pierda el nivel 35.109. Respecto del índice tecnológico, existe riesgo de caídas en caso de perder el nivel 16.235, donde se identifican presiones bajistas, lo que podría empujar al precio hacia el primer nivel institucionales en 15.479.
En el caso de las materias primas, el Oro recuperó hace dos semanas la predisposición alcista al cerrar por encima de 1.798. La plata, por el contrario, continúa ligeramente por debajo del nivel clave situado en 23,6. La predisposición para el Brent sigue siendo alcista, al encontrarse por encima de los 57 dólares por barril, máxime si además también se encuentra por encima de los 71,4 dólares de los inversores minoristas que han aprovechado para comprar en las caídas.
La cotización de Bitcoin sigue por debajo del nivel en que se encuentran los inversores institucionales, en 60.137, por lo que se mantiene el escenario de debilidad. Persisten las ventas de los inversores institucionales en el Ether, mientras que los minoristas han tomado nuevas posiciones al alza, tras seis semanas de cierre de largos. Mientras el precio no supere 4.249, es previsible que la debilidad en esta crypto continúe.
Actualizamos a continuación algunos de los niveles de prealerta que nos parecen más relevantes:
• S&P 500: la pérdida de 4.659 incrementaría el riesgo de caídas.
• Dow Jones Industrial Average: la pérdida de 34.984 incrementaría el riesgo de caídas; superación de 35.954 daría pie a nuevas subidas.
• Nasdaq 100: la pérdida de 16.050 incrementaría el riesgo de caídas;.
• Oro: la pérdida de 1.801 incrementaría riesgo de correcciones de corto plazo.
• Plata: la pérdida de 21,31 aumentaría el riesgo de caídas; superación de 24,17 daría pie a nuevas subidas.
• Crudo Brent: pérdida de 69,70 incrementaría riesgo de caídas.
• Bitcoin: la pérdida de 49.087 incrementaría riesgo de caídas significativas; superación de 52.440 daría pie a nuevas subidas.
• Ethereum: la pérdida de 3.979 incrementaría el riesgo de caídas de corto plazo; precios superiores a 3.797 consolidaría mínimos anteriores.
¡Buena semana y buenas inversiones!