Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Para los traders de divisas, el discurso de Jackson Hole del jueves del presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, es el evento de riesgo más importante de esta semana. A pesar del continuo aumento del rendimiento de los bonos estadounidenses, los inversores han vendido el dólar antes de este gran evento. El billete verde ha experimentado su mayor descenso contra la libra esterlina, los dólares neozelandés y australiano. El par USD/JPY recibió de mejor grado de lo previsto las cifras de bienes duraderos para volver a descender hacia el nivel de 106,00. Los economistas llaman a este discurso "profundamente relevante" y probablemente "histórico", según la CNBC.
Esto es lo que sabemos:
1. Powell confirmará que Estados Unidos necesita una adaptación a las actuales políticas monetarias acomodaticias – Independientemente de las mejoras en las ventas de vivienda o de bienes duraderos, la economía está para el arrastre. Millones de estadounidenses se han quedo sin trabajo y las empresas están quebrando. Hay más actividad económica ahora que marzo, pero la economía no se acercará a los niveles pre-COVID hasta 2022 como muy pronto. Así que hay que dejar el grifo abierto para que siga fluyendo el dinero barato. No va a haber sorpresas a ese respecto.
2. Las previsiones de Powell serán prudentes – El impulso de la economía estadounidense se está desacelerando. Tras retroceder rápidamente en mayo y junio, los últimos datos muestran que el ritmo de aceleración se ha ralentizado. El presidente Trump aprobó una orden ejecutiva para ampliar las ayudas por desempleo adicionales, pero hasta ahora Arizona es el único estado que está materializando los pagos. Otros estados han dicho que podrían pasar entre tres y ocho semanas antes de que la infraestructura esté lista para comenzar a desembolsar las ayudas. Por ahora, Powell tiene que ser consciente del hecho de que las ventas minoristas podrían verse perjudicadas por la falta de efectivo de los estadounidenses.
3. El objetivo de inflación es de lo que todo el mundo está hablando – Sin embargo, la gran conversación histórica que se está teniendo envuelve la inflación. Los precios al consumo han disparado el objetivo del banco central durante la mayor parte de esta última década. Esta semana, se espera que Powell describa el plan del banco central para impulsar más la inflación, lo que representa un drástico cambio con respecto al período Volcker, cuando el enfoque se centraba en controlar las presiones de los precios. Se habla de que podría usar el término "objetivo medio de inflación", lo que implicaría que la Fed podría permitir que el IPC supere el 2% para mantener la inflación media a esa tasa. Un discurso como éste sería positivo para las acciones y negativo para el dólar, ya que significa que el banco central permitirá que la política monetaria siga siendo acomodaticia durante más tiempo del necesario.
El dólar neozelandés ha sido el que más se ha beneficiado del debilitamiento del dólar estadounidense, lo que es impresionante en vista del deterioro de los datos comerciales. El superávit comercial del país se redujo tras el descenso de las importaciones y exportaciones. El Gobierno extendió las restricciones durante el fin de semana y la postura del Banco de la Reserva es de prudencia. Sin embargo, el dólar neozelandés ha vuelto con fuerza ante la postura del mercado de que el gobierno vencerá enseguida al COVID-19. La libra y el dólar australiano también subieron bruscamente ante los flujos antidólar. Las preocupaciones en torno al petróleo han contribuido a impulsar el dólar canadiense, ya que se espera que el huracán Laura sea la mayor amenaza para las refinerías de petróleo estadounidenses en 15 años.
El euro, por otro lado, ha sido una de las monedas que peor actuación ha ofrecido, observando muy poco avance frente al billete verde. Los casos de coronavirus están aumentando en Alemania, Italia, Francia y España, e Italia ha reportado el mayor aumento intradía desde mayo. La preocupación es menor, porque las tasas de mortalidad son más bajas, pero si este ritmo se mantiene, es posible que los Gobiernos opten por restricciones más amplias en lugar de localizadas. El repunte del euro se ha visto limitada por las posibles consecuencias de una segunda oleada.