Aunque había comenzado en positivo la sesión de hoy, la banca española se ha dado la vuelta casi en su totalidad y a media sesión empieza a dar muestras de debilidad.
A los eternos problemas del presupuesto italiano se suma la reunión de urgencia convocada para hoy en el Tribunal Supremo, aunque no será hasta el próximo 5 de noviembre cuando el organismo comunique sus conclusiones, tras los bandazos de la semana pasada en torno a quién debe pagar los impuestos de las hipotecas, si el cliente o la entidad financiera.
Así, después de los desplomes de la semana pasada, Banco Sabadell (MC:SABE) cae un 3,15%, Bankia (MC:BKIA) un 1,45%, BBVA (MC:BBVA) un 0,52% y CaixaBank (MC:CABK) un 0,65%. Se mantienen en positivo, aunque débiles, Bankinter (MC:BKT) (sube un 0,30%) y Banco Santander (MC:SAN) (0,44%).
De momento, la banca ha sido clara y concisa en su respuesta. No tienen intención de asumir un coste que podría superar los 18.000 millones de euros.
El viernes las asociaciones de banca emitieron un comunicado muy crítico con el Tribunal Supremo. Además, la Asociación Española de Banca ha asegurado que las entidades financieras no han percibido cantidad alguna por el impuesto hipotecario, sino que este montante va a parar a Hacienda.
Por su parte, entidades como BBVA, Banco Santander y Bankia ya han “suspendido temporalmente” el servicio sobre hipotecas en sus páginas web, a la espera de que la situación se resuelva.
En el otro lado de la balanza, la asociación Juezas y Jueces para la Democracia ha pedido hoy la dimisión del presidente de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, Luis María Díez-Picazo Giménez, por su "nefasta gestión" en este caso.
Esta batalla no llega en buen momento, a las puertas de la presentación de los resultados empresariales del tercer trimestre de este año. Los analistas podrían rebajar su previsión de beneficios de aquí a final de año en caso de que la ‘sentencia final’ impusiera a la banca el coste de los impuestos hipotecarios.
Aunque cada vez son más los expertos que lo tienen claro. Algunos dicen que este montante sería inasumible para las entidades (sobre todo dependiendo de la retroactividad con la que se aplique la sentencia) y otros creen que éstas se verían obligadas a “compensar” el impacto de este coste en sus cuentas llevando a cabo otras alternativas de ingresos, como subir las comisiones en algunos servicios.
Y es que, como se suele decir en los juegos de mesa, “la banca nunca pierde”.
¿Qué cree usted?